Fecha: 02-06-2014.
Lugar: Madrid.
Comentario:
Noticia histórica la de
este día con la abdicación del Rey Juan Carlos I a favor de Felipe de Borbón.
Algunos enlaces de esta
noticia….
Video del mensaje del
rey.
El país…
“No se va
cuando algunos se lo pedían, en 2012 o 2013, sino cuando él ha decidido, ya
recuperado de su operación de cadera en plena actividad con múltiples viajes
oficiales. El Rey ha
decidido abdicar para dejar paso a su hijo, que será Felipe VI. “Una nueva generación reclama el
papel protagonista para afrontar con renovada intensidad los desafíos”, explicó
el Monarca, en un claro mensaje de cambio de ciclo.
Don Juan
Carlos ha tenido esta tarde una breve conversación con los periodistas durante
una audiencia en La Zarzuela al presidente de la Cámara de Comercio de Estados
Unidos. "Nunca os habéis interesado tanto por mí como hoy". Los
periodistas le han preguntado si estaba triste. "¿Vosotros cómo me veis?
Hay que contestar a la gallega", ha replicado.
Don Juan
Carlos, según fuentes de la Casa del Rey, tomó la decisión de abdicar el 5
enero, el día de su 76 cumpleaños.
Se lo
comunicó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el 31 de marzo y a Alfredo Pérez Rubalcaba tres días después. Pero el secreto se
mantuvo y esperó hasta hoy para anunciarlo definitivamente porque quería dejar
pasar las elecciones europeas del pasado 25 de mayo para no entorpecer el
debate electoral.
Antes de
comunicar su decisión a los ciudadanos, el Rey ha llamado a los presidentes del
Congreso, Jesús Posada, y el Senado, Pío García Escudero; a los representantes
de lo grupos políticos en la Cámara, así como a los presidentes de Cataluña,
Artur Mas; Andalucía, Susana Díaz, y Euskadi, Iñigo Urkullu. Posteriormente,
don Juan Carlos ha recibido una llamada de François Hollande, presidente de
Francia.
¿Por qué ahora? Rajoy explicó que
don Juan Carlos creía llegado el momento para realizar la sucesión “con total
normalidad”. El Rey ofreció algún detalle más: “Una vez recuperado tanto físicamente como en mi actividad institucional he
decidido abdicar”. Esto es, el Monarca, una vez tomada la decisión, multiplicó
sus actos y sus viajes de contenido económico, en especial al Golfo Pérsico. No
quería dejar su puesto en plena convalecencia de sus
operaciones sino en un
ambiente de tranquilidad, precisamente cuando el debate sobre su abdicación,
que llegó a ser muy intenso en 2013, había remitido. Con ello, según fuentes de
La Zarzuela, el Rey pretendía dejar la Corona en el mejor momento posible, para
facilitar la llegada de su hijo.
La Monarquía ha experimentado
una levísima mejoría, según
el CIS, pero sigue muy baja. Pasó del 3,68 de 2013 al 3,72 de la última
encuesta de abril. Unas cifras alejadísimas de las que, hace unos años,
colocaban a la monarquía como la institución mejor valorada por los ciudadanos.
Ahora es la sexta.
La
Zarzuela admite que ese deterioro tiene mucho que ver con el caso Nóos. La hija del Rey, la infanta Cristina, sigue imputada y a la espera
de que el juez José Castro tome una decisión definitiva.
Al margen
de que se confirme o no su imputación, el caso Nóos seguirá dando problemas de imagen a La
Zarzuela porque ahora viene la fase del juicio, la más delicada mediáticamente
con una exposición máxima de su yerno, Iñaki Urdangarin.
Fuentes
de La Zarzuela aseguran que se trata de una decisión “muy meditada” que no
tiene que ver ni con la salud del Rey ni con la coyuntura política. Sin
embargo, otras fuentes del Ejecutivo admiten que el momento político es
propicio para una decisión así porque estamos a mitad de legislatura y el Rey y
el Príncipe pueden contar con un sólido pacto entre PP y PSOE, que suponen más
del 80% del Congreso. Nadie puede garantizar qué tipo de Cortes saldrán de las
urnas en 2015, ante la evidente crisis del bipartidismo marcada por las
elecciones europeas, que han colocado a los dos grandes partidos por debajo del
50% por primera vez desde 1977.
El Rey,
emocionado, dio las gracias a los españoles, reivindicó su reinado —“vuelvo atrás la mirada y siento
orgullo y gratitud hacia vosotros. Habéis hecho de mi reinado un largo periodo
de paz, prosperidad y progreso”— y explicó sus motivos para dejarlo, centrados
en el relevo generacional. “He querido ser Rey de todos los españoles. La larga
crisis económica ha dejado profundas cicatrices en la sociedad pero también
abre un camino de esperanza. Todo ha despertado un impulso de renovación, de
corregir errores.
Una nueva
generación reclama el papel protagonista, el mismo que correspondió a la mía.
Merece pasar a la primera línea una generación más joven, que afronte con
renovada intensidad los desafíos”, aseguró.
Todas las
instituciones cumplieron ayer su papel. El primero en dar el anuncio oficial
fue el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una declaración institucional inédita en La
Moncloa. El Ejecutivo es el responsable de todos los actos del Rey,
a pesar de que la abdicación es una decisión personal del Monarca. Y por eso
fue Rajoy quien dio a conocer el final del reinado de Don Juan Carlos después
de 39 años, los que han pasado desde que juró su cargo ante las Cortes
franquistas el 22 de noviembre de 1975, una monarquía que luego quedó
democráticamente sancionada en el referéndum de la Constitución del 6 de
diciembre de 1978. Rajoy explicó que mañana mismo se reunirá el Consejo de
Ministros para aprobar una ley orgánica que, según el artículo 57.5 de la
Constitución, debe regular la abdicación.
La ley,
que será breve y se limitará a dar efectividad a la abdicación y no fijará el
nuevo papel de don Juan Carlos ni su posible aforamiento, está pactada con el PSOE de
Rubalcaba, por lo que no tendrá ningún problema para ser aprobada
rápidamente por las Cortes con amplísima mayoría. La presencia de Rubalcaba, a
punto de abandonar la secretaría general del PSOE, también ofrece para la
Corona esta estabilidad que necesita una sucesión monárquica, ya que es una
persona cercana a don Juan Carlos.
El Rey
quiso dar al momento la máxima relevancia posible, y en su mensaje televisado
cuidó todos los detalles. Le acompañaban dos fotos,
una suya con su padre, don Juan, y otra en la que se veía a Felipe y Leonor, la
siguiente generación, como mensaje de continuidad monárquica. Hasta en tres
ocasiones habló de esa “nueva generación”, el mensaje clave que quería
trasladar. Y también la idea de la estabilidad, “Mi hijo Felipe encarna la
estabilidad, seña de identidad de la institución monárquica”, aseguró.
En enero,
una vez tomada la decisión, el Rey consultó con el príncipe Felipe, después con
Rafael Spottorno, jefe actual de la Casa del Rey, y los dos anteriores
responsables de ese puesto. Después de comunicárselo al presidente del
Gobierno, se creó un reducido equipo con representantes de la Casa del Rey y
del Ejecutivo, encabezado por la vicepresidenta,Soraya Sáenz de Santamaría,
para perfilar detalles técnicos. El rey encargó un informe político, jurídico y
práctico sobre la abdicación.
Desde
2012, cuando empezaron a acumularse los problemas de la Monarquía y el Rey
alcanzó su momento más bajo de popularidad, cuando se vio forzado a pedir
perdón por su viaje a Botsuana para cazar elefantes en el que se
rompió la cadera, las especulaciones en el mundo político sobre la abdicación
se multiplicaron hasta el punto de que se convirtió durante 2012 y 2013 en uno
de los principales asuntos de debate en las reuniones políticas, aunque en
sordina, nunca en público. Pero la conversación siempre acababa en el mismo
sitio: “El Rey no quiere, dice que los reyes se mueren, no abdican”. Él mismo
lo desmintió varias veces, la última en el discurso de Nochebuena. Solo él
puede tomar esa decisión, insistían los políticos. Y al final lo hizo cuando
menos se esperaba”.
Opinión de Pedro J.
Ramirez…
“El periodista Pedro J. Ramírez no comparte que la abdicación del
Rey pueda tener efectos positivos ni para la monarquía ni para la sociedad, y
asegura que de todas las decisiones que ha tomado Don Juan Carlos, "que ha
sido un Rey bueno", ésta es "la que menos" le ha gustado.
El exdirector del diario El Mundo
ha viajado hoy a Zaragoza para presentar, en la Feria del Libro, su novela
histórica "La desventura de la libertad", en la que reconstruye los
dramáticos cinco meses en los que el último gobierno del Trienio Liberal
resistió, primero en Sevilla, y luego en Cádiz.
Antes, en una entrevista con Efe,
se ha referido al anuncio de la abdicación del Rey y ha dicho: "No creo
que la mera sustitución de un rey anciano por uno joven resuelva ningún
problema de fondo de los que tenemos".
"Durante unos meses -ha
agregado- todos nos sentiremos más altos, más guapos y más rubios porque el
nuevo Rey es alto, guapo y rubio", pero eso, sin la reforma constitucional
que Ramírez propugna desde hace tiempo, "no resolverá los problemas".
El "único remedio"
contra la "putrefacción" del sistema, según Ramírez, es una reforma
constitucional que ataje, entre otras cosas, la "injusticia" de la
ley electoral; la "merienda de negros" de la financiación de los
partidos políticos; la politización de la justicia, o la injusticia de las
políticas económicas.
Ha reconocido que especialmente
le preocupa el crecimiento del "desafío soberanista catalán" que, no
obstante, ha vaticinado que "va a seguir estando ahí".
Cataluña, a su juicio, "no
es el problema, sino que es el síntoma", y por eso la necesaria reforma
constitucional debería encontrar una solución estable al problema territorial.
La modificación de la Carta
Magna, además, haría posible un reencuentro de los ciudadanos con los políticos
y las instituciones, siempre que ésta volviera a "llenar de contenido los
derechos de participación política".
En cualquier caso, como
periodista Pedro J. Ramírez ha reconocido que ayer fue "un día para la
historia" al registrar un acontecimiento, el anuncio de abdicación, que la
prensa extranjera ofreció con una cobertura "más crítica" que la
española, en donde detectó "demasiada condescendencia".
Ramírez cree que "lo mejor
que los medios de comunicación pueden hacer" por la monarquía es
"tratarla como una institución más del Estado", aún sabiendo que ésta
tiene "sus propias reglas".”.
Mi opinión…
Actualmente hay cada
vez más voces reclamando un referéndum para decidir si se sigue con la
Monarquía en España, renunciando los poderes del estado a organizar dicho
referéndum por miedo a que saliera un posible resultado sorpresa.
Mi opinión sobre el
referéndum es que es necesario para legitimar al nuevo rey, pero fuéramos
República o Monarquía creo que la crisis no se resolvería para nada y de hecho
yo creo que la gente manifiesta muchas opiniones negativas sobre esta forma de
estado, La Monarquía, pero pienso que la gente votaría a favor de la misma.
Como se suele decir “Más vale malo conocido que bueno por conocer…”.
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