Día: 07-06-2015.
Comentario:
Ascenso inesperado del
Sporting en este día ya que se tenían que dar un par de resultados un tanto
difíciles en este día, pero al final se consiguió y con la sensación que
hubieran estado esperando a que fuera el día de mi cumpleaños para hacerme el
regalo del ascenso.
Noticia de la jornada…
Miles de personas celebran en toda la ciudad el ascenso del equipo | Los
jugadores recorren la villa en autobús descapotable para acabar con un baño de
multitudes en la plaza mayor
Gijón, Ángel CABRANES / Pablo ANTUÑA La Plaza Mayor se queda pequeña, Gijón se
ha quedado pequeño para recibir a sus héroes. ElSporting culmina en
el Ayuntamiento su penúltimo baño de gloria tras el ascenso
a Primera División. El
autocar descapotable del equipo, con el lema "gracias
afición", recorrió por espacio de dos horas las principales arterias
de la ciudad para brindar al sportinguismo el regreso a la élite. Futbolistas y
técnicos fueron coreados durante todo el trayecto por millares
de aficionados. Quedaba
lo mejor, y es que la Plaza Mayor registró un lleno absoluto horas antes
incluso de que se iniciara la comitiva delSporting. Gijón respira
ya Primera División
Algo parecido debieron sentir los casi 5.000 seguidores sportinguistas que
estaban en Castellón en 2008 cuando por la radio oyeron que había marcado el
Alavés a la Real Sociedad en el último suspiro. Los miles de aficionados que
inundaron ayer la Plaza
del Marqués para
seguir por una pantalla gigante el partido del Benito Villamarín entre Betis
y Sporting no se
lo podían creer cuando a falta de diez minutos para las ocho, y con el partido
del Sporting terminado, el gol del Lugo daba el ascenso aPrimera
al Sporting. Un estruendo de sonido, cánticos, sonrisas, lágrimas de
emoción y claxones de coches inundaron Gijón y sus alrededores. El milagro se
había consumado. El Sporting volvía cuatro tres años después a
Primera. Justo cuando la procesión del Corpus Cristi atravesaba la Plaza Mayor,
a escasos metros de la gran pantalla de la Plaza del Marqués, llegó el tanto
más esperado, la ayuda que había pronosticado el párroco de San Pedro, Javier
Gómez Cuesta.
Los jóvenes Benjamín Bejarano y Octavio Villar tenían un pálpito. "Confiamos en el Lugo", dijeron con voz firme antes de comenzar el encuentro. Y al término, entre lágrimas, confirmaron su pronóstico. "Estos Guajes se merecían un final así", apuntó Villar. Y a su lado Rodríguez lanzaba un reto: "Mañana (por hoy) tengo pensado ir a clase a las Dominicas con la camiseta del Sporting junto al uniforme".
El día era especial. Y hasta los no tan futboleros se sumaron a la fiesta. Como la pequeña Belén Alonso, de seis años, que fue a casa de su abuela en la Plaza del Marqués para seguir desde el balcón el encuentro.
La tarde comenzó con mucha confianza en el Sporting y en lo que pudiera pasar en Girona. Empezaron a sucederse las ocasiones. La emoción y la euforia se desató con el gol de Guerrero. Retumbó entonces el "Porque este año subimos a Primera y pobre del que quiera robarnos la ilusión". Al filo del descanso hubo una ocasión para el segundo y el temido gol del Girona al Lugo. Pero los ánimos no decayeron.
En el inicio de la segunda mitad se pidió un esfuerzo extra a los suyos. "Voy a enloquecer, si marcas el segundo, vamos Sporting". Y no tardó en llegar, por medio de Jony, y los gritos se dirigieron hacia Montilivi. "Lugo, Lugo, Lugo", bramó la plaza.
Fueron pasando los minutos, la euforia contenida se desató con el tercero, por medio de Isma López, y poco después, empezaron a llegar noticias continuas por la radio de un asedio del Lugo en Girona. Y llegó el milagro. En el minuto 88 Caballero firmaba las tablas y el Sporting, por primera vez en toda la tarde se colocaba en puestos de ascenso directo.
Inocencia Álvarez y Félix García se acordaron en ese momento de su hijo Félix, que se encontraba en Guadalajara, y le enviaron un vídeo del ambiente. José Ángel Colunga lloraba de la emoción mientras lo celebraba con su hijo. "Tiene dos años y ya ve subir a su equipo a Primera. Y su hermana vio el otro cuando tenía los mismos años", apuntó, junto a dos dedicatorias: "A mi madre, que por desgracia ya no está, y a Manolo Preciado, que también se lo ha perdido, pero que estará disfrutando como nadie desde el cielo". Pablo Arias fue de los que siguió por la radio el milagro de Montilivi y saltó como nunca. Tardó en creérselo, pero también matizó: "Como no íbamos a confiar en el Lugo. Gallegos y asturianos siempre primos hermanos".
Cánticos, baños en la fuente de Pelayo, llamadas a amigos y familiares, abrazos y sobre todo, mucha emoción, dieron paso a una larga noche de celebración que tuvo su inicio en la plaza del Marqués. A las cuatro y media de la hora, cuando restaba hora y media para el inicio del partido, los más reacios empezaron a creérselo. El camino desde el Puerto Deportivo hacia la plaza del Marqués, y todas las calles de la ciudad, se tiñeron de rojiblanco. Y ahí empezó a desbordarse una ilusión que tuvo su punto de culminación poco antes de las ocho de la tarde.
"Como no te voy a querer, como no te voy a querer, si fuiste de Primera hasta el noventa y tres", gritaron los sportinguistas reunidos para ver el partido. "Se creían en Oviedo que nos iban a ver el año que viene. Tendrán que esperar todavía un año más", exclamó en medio de la euforia David Menéndez, mientras se desataba a cantar "A Primera". Como toda una afición que ayer disfrutó con un milagro. Como hace siete años en Castellón.
Los jóvenes Benjamín Bejarano y Octavio Villar tenían un pálpito. "Confiamos en el Lugo", dijeron con voz firme antes de comenzar el encuentro. Y al término, entre lágrimas, confirmaron su pronóstico. "Estos Guajes se merecían un final así", apuntó Villar. Y a su lado Rodríguez lanzaba un reto: "Mañana (por hoy) tengo pensado ir a clase a las Dominicas con la camiseta del Sporting junto al uniforme".
El día era especial. Y hasta los no tan futboleros se sumaron a la fiesta. Como la pequeña Belén Alonso, de seis años, que fue a casa de su abuela en la Plaza del Marqués para seguir desde el balcón el encuentro.
La tarde comenzó con mucha confianza en el Sporting y en lo que pudiera pasar en Girona. Empezaron a sucederse las ocasiones. La emoción y la euforia se desató con el gol de Guerrero. Retumbó entonces el "Porque este año subimos a Primera y pobre del que quiera robarnos la ilusión". Al filo del descanso hubo una ocasión para el segundo y el temido gol del Girona al Lugo. Pero los ánimos no decayeron.
En el inicio de la segunda mitad se pidió un esfuerzo extra a los suyos. "Voy a enloquecer, si marcas el segundo, vamos Sporting". Y no tardó en llegar, por medio de Jony, y los gritos se dirigieron hacia Montilivi. "Lugo, Lugo, Lugo", bramó la plaza.
Fueron pasando los minutos, la euforia contenida se desató con el tercero, por medio de Isma López, y poco después, empezaron a llegar noticias continuas por la radio de un asedio del Lugo en Girona. Y llegó el milagro. En el minuto 88 Caballero firmaba las tablas y el Sporting, por primera vez en toda la tarde se colocaba en puestos de ascenso directo.
Inocencia Álvarez y Félix García se acordaron en ese momento de su hijo Félix, que se encontraba en Guadalajara, y le enviaron un vídeo del ambiente. José Ángel Colunga lloraba de la emoción mientras lo celebraba con su hijo. "Tiene dos años y ya ve subir a su equipo a Primera. Y su hermana vio el otro cuando tenía los mismos años", apuntó, junto a dos dedicatorias: "A mi madre, que por desgracia ya no está, y a Manolo Preciado, que también se lo ha perdido, pero que estará disfrutando como nadie desde el cielo". Pablo Arias fue de los que siguió por la radio el milagro de Montilivi y saltó como nunca. Tardó en creérselo, pero también matizó: "Como no íbamos a confiar en el Lugo. Gallegos y asturianos siempre primos hermanos".
Cánticos, baños en la fuente de Pelayo, llamadas a amigos y familiares, abrazos y sobre todo, mucha emoción, dieron paso a una larga noche de celebración que tuvo su inicio en la plaza del Marqués. A las cuatro y media de la hora, cuando restaba hora y media para el inicio del partido, los más reacios empezaron a creérselo. El camino desde el Puerto Deportivo hacia la plaza del Marqués, y todas las calles de la ciudad, se tiñeron de rojiblanco. Y ahí empezó a desbordarse una ilusión que tuvo su punto de culminación poco antes de las ocho de la tarde.
"Como no te voy a querer, como no te voy a querer, si fuiste de Primera hasta el noventa y tres", gritaron los sportinguistas reunidos para ver el partido. "Se creían en Oviedo que nos iban a ver el año que viene. Tendrán que esperar todavía un año más", exclamó en medio de la euforia David Menéndez, mientras se desataba a cantar "A Primera". Como toda una afición que ayer disfrutó con un milagro. Como hace siete años en Castellón.
Un estadio de primera…
Algunas fotos de dicho acontecimiento…
La ayuda desde arriba.
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