sábado, 22 de agosto de 2015

RESTAURANTE COCINA PORTUGUESA “CELIA PINTO”.



Día: 21-08-2015.

Lugar: “Restaurante Celia Pinto” (Oviedo).

Comentario:
Día en el que íbamos a quedar con Javi, Bea, Oscar y Patricia para ir hasta un restaurante de cocina portuguesa situado en la C/ Javier Grossi en las cercanías de la C/Gascona.

Tras tomar algo en Gascona, plagada de gente, nos dirigimos hasta el restaurante ya que la reserva la había realizado Javi para las 22h (más tarde no reservaban).

Tras sentarnos, los platos que finalmente acabarían en nuestros tenedores serían los siguientes…

De entrada (gratuita) nos pondrían unas aceitunas con paté de sardinas y mantequilla salada.


Ya como entradas escogimos un par para los seis…

La primera entrada fueron unos Bolinhos, que era algo así como unas croquetas de patata y bacalao, todo mezclado, las cuales no me gustaron nada.


La segunda entrada fue una de Pulpo a Lagareiro que era pulpo a la parrilla, plato que me pareció que estaba normal sin más.


Como plato principal en mi caso, pedí un plató muy típico portugués, en concreto de la zona de Oporto, llamado “Francesinha” el cual consistía de un sándwich relleno de algunos tipos de embutido y carne: jamón cocido, mortadela, un filete de ternera, chipolata (especie de salchicha), el cual es gratinado y bañado en una salsa de cerveza y tomate y cubierto todo ello por un huevo frito.
Aparte del sándwich me sirvieron también unas patatas fritas.


La verdad, me gustó el plato.

Noelia y Bea pidieron Bacalao a la Portuguesa.


El trozo que me dio Noelia estaba normal (no soy muy entendido en cuestiones de bacalao así que mi opinión en este sentido se puede decir que no va a misa precisamente).

Javi y Oscar pidieron Bacalao con nata, plato que probé pero que no me dio mucho más.


Patricia se iba a decantar con el Bacalao a Lagareiro, opinión en este caso que coincide con las anteriores.


De vino nos iban a ofrecer vino verde, el cual estaba  suave para mi gusto y como el mismo no me dio más le iba a pedir una copa de vino tinto que no me gustó mucho.

De postre iba a escoger unas torrijas al vino de Oporto, las cuales me gustaron.


Oscar iba a ser el otro comensal que pediría postre y el postre escogido en su caso iba a ser una especie de tarta que no me dio más.


Nos cobraron por pareja 50 euros y en mi opinión no es de los sitios a los que volvería aunque tampoco se puede decir que me pareciera que estuviera mal, más bien normal diría yo.

Como datos anecdóticos, el escupitajo de Oscar en la mesa y la ayuda de la servilleta para empujar uno de los trozos de las torrijas.

A continuación nos dirigimos a tomar algo a la terraza situada al lado de la Catedral y seguidamente a la situada al lado del Asador de Aranda y en la que debatimos ampliamente sobre lo que nos había parecido a todos el restaurante del día, siendo de la opinión generalizada que no se volvería pero tampoco lo acabamos pintando tan mal como Javi que manifestaba una opinión totalmente negativa hacia dicho loca.

Buena noche en lo que primó por encima de todo, la reunión otra vez de los seis para cenar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario