Día: 08-12-2013.
Lugar: Tox (Navia).
Comentario:
Salimos a comer este día con el objeto de celebrar el cumpleaños de Noe ya que el día anterior había cumplido los 39.
En esta ocasión animamos a venir a Javi y Bea, los cuales se apuntaron.
Después de barajar diversas posibilidades, nos inclinamos aconsejados por Javi en uno del que nunca había oído hablar, “El Regueiro” en un pueblo muy pegado a Puerto de Vega, el pueblo de Tox.
Salimos a las 11h45 y para hacer algo de tiempo hasta la comida, nos acercamos primero a Pto de Vega y como nos sobraba tiempo, fuimos a tomar el vermouth hasta el pueblo de Viavélez, el cual me decepcionó bastante, salvo el puerto pesquero que me pareció guapo y muy protegido ante el fuerte oleaje del Cantábrico.
En Viavelez mientras los otros tres iban a tomar el vermouth,, yo me encaminé a un mirador situado sobre el puerto y en el que había mejores vistas del pueblo
En el mirador viendo Viavelez.
Bajando al encuentro de los demás que estaban sentados en una terraza en un bar a la entrada del puerto.
Tomamos entonces el vermouth. En mi caso un café con leche que estaba muy bueno.
Nos encaminamos entonces ya al pueblo de Tox para disponernos a comer en el Regueiro.
Foto de la tarjeta del restaurante.
Imagen de la fachada principal del hotel-restaurante.
Tiene una guapa zona verde delante de la entrada con tres palmeras que dan una nota de color diferente a lo que se suele ver en Asturias.
Justo donde la entrada está situada una zona de sofás para tomar algo al aire libre y en la que estuvimos después de la comida tomando los cafés y los gin-tonics.
Tras la espera mientras tomábamos unos vinos, nos dirigieron al piso de arriba, lugar donde estaba situado el comedor del restaurante.
Tras inspeccionar la carta, que básicamente encaminaba a menús, decidimos elegir platos propios de la carta, la cual me pareció muy pobre en cuanto a cantidad de platos y en cuanto a los platos en sí.
Pedimos tres entradas a compartir para los cuatro y en mi caso me decidí, cosa rara en mí, por una rodaja de mero.
Como aperitivo en la mesa, nos pusieron unos bollitos preñados caseros.
Como primera entrada, en este caso entrada individual para cada uno, pedimos foie (7,5 euros cada uno) el cual estaba muy rico, pero yo hubiera comido un par más.
La segunda entrada que habíamos escogido eran Anchoas del Cantábrico (al natural con aceite de oliva). Venían trece anchoas, así que tocábamos tres por cabeza (14 euros).
Como tercera entrada nos vinieron unas croquetas caseras, que se deshacían en la boca de lo buenas que estaban. (11 euros para 12 croquetas).
Tras estas entradas ya nos vinieron con los platos principales.
Mi mero con puré de patata (25 euros). Estaba bien, pero tampoco era para tirar cohetes. Al final me hubiera comido otras dos rodajas.
Noe pidió Pitu de Caleya (19 euros) y Javi pidió Presa de Cerdo Ibérico (18 euros).
Probé de las dos y estaba muy rica la carne. Quizás me gustó más la Presa de Javi.
Se puede decir que me equivoqué en mi elección del plato principal, pero no siempre se acierta.
Mi postre que sabía a gin-tonic y el cual me gustó (5 euros).
Y Javi pidió un hojaldre de manzana (5,50 euros), pero no era el típico hojaldre de pastelería, sino que era un postre tipo “revuelto”. Estaba también muy rico.
Los cuatro al final de la comida.
Tras la comida bajamos a tomar algo en la zona del jardín, donde yo tomé un carajillo.
Acto seguido pusimos rumbo al Hotel de 5 estrellas Castillo de la Zoreda, donde tomamos unos cócteles en la zona del bar inglés.
Barra de dicha zona.
En mi caso, el cóctel que tomé fue uno que tenía brandy, crema de chocolate y nata. Estaba bien pero era algo escaso.
Acto seguido ya pusimos rumbo a casa para que Javi y Bea cogieran el coche.
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