Día: 10-02-2013
Lugar: Lastres (Asturias).
Comentario:
Este domingo había ganas de salir a comer, así que viendo por internet lugares para ir a comer, descubrí que se celebraban en Lastres las jornadas del Bacalao Skrei (bacalao fresco que nunca ha sido congelado ni salado, a diferencia del tipo de bacalao que se consume en España. Se trata de un pescado que cada año migra desde el norte de Noruega hasta las islas Lofoten, un poco más al sur. El largo trayecto, permite al Skrei desarrollar unos músculos más poderosos y con menos cantidad de grasa, repercutiendo en su sabor y dando lugar a una carne mucho más blanca y de textura más firme y jugosa).
Así que para dicho pueblo encaminé mis pasos, reservando desde casa, mesa para dos en un restaurante que por el nombre me sonaba bastante “El Cafetín”.
Como ya había estado en “El Eutimio”, no me importaba para nada conocer este otro, así que tras llamada y posterior reserva realizada, cogí el coche y en un día de perros pillé la Autovía de Villaviciosa para coger luego la salida a Lastres y aparcar a la salida del pueblo dirección Colunga.
El Vermouth lo tomamos en el restaurante “Marbella”, el cual nos resultó un poco caro ya que por un caldo y un vermoth de color nos cobraron 4,10 Euros, aunque tengo que decir que de este lugar destacaría la ubicación de las tres mesas que hay al lado del ventanal con vistas al mar Cantábrico.
Después de dicha visita vermouthera y ante la imposibilidad de llegar al lugar reservado para comer, tuve que realizar la llamada oportuna para que me aclararan exactamente la situación.
La verdad, el lugar donde comeríamos, quedaba a poco más de 100metros del Marbella, así que tras subir unas escaleras que salían justo de la curva donde está situado “El Eutimio”, ya vimos claramente el destino escogido en esta ocasión para comer.
Vistas frontales de “El Cafetín”.
Interior del lugar.
Menú de las Jornadas del Bacalao Skrei del 2013.
Ensalada de Skrei, marinado a la albahaca, con cítricos, emulsión de huevas de arancinos y crujientes de maíz.
Cebollita rellena de bacalao a la Riojana.
Bacalao a la Bizkaina en raviolis de pasta fresca casera.
Tacos de bacalao, al pil-pil, en cama de pisto.
Skrei a la brasa con puré de calabaza asada, couscous de coliflor en caldo de jamón y fritos de berza.
Ligero sorbete de frutas de temporada.
Café con leche y bayles con unas pastas que pusieron.
Al final la comida nos prestó mucho (me quedo en mi caso con los últimos cuatro platos), saliendo la comida al final por 56 Euros, más otros 2 de propina.
A resaltar, aparte de los platos, el trato recibido por parte de Vanessa que fue la que nos atendió.
Como observaciones decir dos cosas:
La barra demasiado grande que tiene el comedor para mi gusto y la segunda un poco más negativa, la música un poco alta y que resaltaba todavía más al estar el comedor prácticamente vacío.
