sábado, 30 de noviembre de 2013

QUEDADA EN MANUEL PEDREGAL Y CENA EN EL VINOTEO.


Día: 28-11-2013.
Lugar: Oviedo.

Comentario:
Como suele ser costumbre los jueves tocaba quedada para tomar algunos vinos por Oviedo y la zona elegida era como casi siempre la zona de Manuel Pedregal, a pesar de las reticiencias iniciales por parte de Patricia ya que su preferencias iniciales iban mejor para la zona del Cristo (iban a venir los moteros…).
Tras reunirnos todos, tomamos unos vinos y al final decidimos ir a picar para celebrar por así decirlo que Patricia se hacía cargo de la Agencia de Viajes.
(Las fotos no son de mucha calidad al estar tomadas con el móvil).
Foto tomando algo con Casas (dueño de la tienda de gominolas al lado de la Caja de Ahorros del Cristo, donde parábamos hace muchos años el grupo del banco), antes de ir para la cena.
Eligieron como lugar de la cena, un lugar muy conocido de dicha zona, el Vinoteo.


Nunca había estado en dicho lugar, así que me atraía la idea de picar algo en dicho lugar.
Foto de la parejita ya sentados.

Foto de la mesa (en esta ocasión nos falló Bea ya que se encontraba cansada por el tema del curro).

A la hora de pedir, nos juntamos Bea, Casas, Noe y yo.
Nuestra opción para los cuatro fue elegir una ensalada de templada (Bacalao, pimientos, setas y lechuga) y dos sartenes de patatas.

La primera sarten tenía patatas con setas, bacalao y huevos.

Y la segunda con patatas, gulas, foie fresco y huevos.

Tomamos café y el chaval de la casa, nos obsequió con la degustación de un queso, que estaba duro como una piedra, traído desde Jordania.
No me gustó para nada el queso en cuestión, pero se agradeció la degustación para poder opinar uno mismo sobre “el quesito”.
Imágenes del queso.




Al final nos cobraron por pareja 28 Euros.
Se puede decir que bien para lo que comimos, ya que me gustó el tema de la ensalada y las sartenes

Como alguna anécdota de la cena, decir que cuando yo dije que bien por Patricia por arriesgarse a la hora de coger la Agencia, intentando no quedarse en su casa viviendo del cuento, Oscar se sintió aludido y rápidamente  contestó que de él no iba a vivir, por lo que hubo una carcajada general de la mesa.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

XXXV CROSS VILLA DE GIJÓN.



Fecha: 17-11-2013.
Lugar: Gijón.
Distancia: 12Km. (el cartel de la prueba no decía nada que estuvieran homologados).
Precio: 6 Euros.
 
Comentario:
Hace algo menos de 1 mes descubrí otra carrera de la que  no tenía referencia alguna, el Cross Villa de Gijón que este año llegaba a su XXXV edición, siendo la misma una de las más clásicas y longevas del calendario asturiano.

Cartel de la prueba.

 

Plano del recorrido.
Parecía esta carrera muy atractiva sobre el cartel ya que eran 12 Km a lo largo de la ciudad de Gijón y pensaba que sería una buena forma de probarme en una distancia superior a los 10 Km habituales que llevó este año en la mayor parte de las carreras populares en las que he participado.
Decir que no llegaba para nada bien a esta carrera después del paso de los días desde la última carrera disputada, la Milla del Conocimiento celebrada en esta misma ciudad.
Más que a nivel físico, el tema a nivel anímico durante las dos últimas semanas había estado realmente bajo, tan bajo que pensándolo bien creo que ha sido el peor momento a dicho nivel desde el 2004.
Así que pasaban los días y más que mejorar, digamos que este estado se mantenía, así que con estas trazas me dispuse a correr el domingo 17.
En la semana previa a la carrera había decidido descansar ya que había salido el miércoles y el domingo de la semana anterior. Las sensaciones habían sido buenas en mis entrenos de 13 y 12 Km respectivamente. No había tenido molestias y me había tomado con una cierta tranquilidad estas dos salidas por la senda de Fuso la Reina.
En la última salida, la del domingo, me pasó un pequeño traspiés que fue que cuando llevaba unos 9 Km tuve que parar ya que creo que me pasé con el ritmo que me había marcado en los Km iniciales, teniendo entonces que continuar andando 2 ó 3 centenares de metros, reanudando entonces la carrera y acabando muy bien en el tramo final de 2,5 Km hasta el coche.
Analizando lo que me había pasado en este entreno y al sentirme con un cierto cansancio en el mismo, decidí parar la semana previa a la carrera del Cross de Gijón y así poder llegar “pletórico de fuerzas” a la carrera objeto de este post.
Había tenido la experiencia de la Milla del Conocimiento en la que me había encontrado con un cierto cansancio en esta carrera por haber corrido los días previos y como no quería que se repitiera la misma experiencia en esta carrera, este fue el motivo por el que paré los días previos, aparte claro de que los ánimos tampoco estaban muy boyantes que digamos (sólo fui un par de días, el viernes y el sábado al gimnasio y porque me obligué…).

Y llegó este día especial, el cual se presentaba climatológicamente nublado y con posibilidad de lluvias, así que tras haber asegurado mi inscripción desde hacía más de una semana (no quería que me pasara lo mismo que en la carrera de Milla del Conocimiento que casi me quedo sin dorsal por apurar mi inscripción), a las 09h estaba presente en Las Mestas para recoger el dorsal (239).
Acto seguido, tras recoger el dorsal y pasar por el baño, fui a tomar el café habitual con bayles de todas las carreras.
Por lo menos, en cuanto a los ánimos me encontraba algo mejor y en cuanto a nivel físico y de fuerzas me sentía bien.
Tanto en el desayuno de este día como en los dos días anteriores había comido tanta pasta que yo creo que si me llega hacer mi compañerina Raquel un análisis de sangre, en vez de sacar el rojo elemento, le hubiera saltado a la cara seguramente algún hidrato de carbono de los que llevaba conmigo.
En esta ocasión Raquel no me pudo acompañar por estar lesionada. Espero que se recupere pronto y sobre todo que se recupere de forma sólida para futuras carreras (¡Ay Dios, y pensar que está en su mente la media maratón de Leon de marzo 2014,jeje…..!), así que media carrera se la dedico a ella y la otra media me la reservo.
Después del café hice un poco de tiempo viendo el montaje de la meta en la pista de atletismo y acto seguido fui al coche a comer un plátano, un gel y a prepararme para ir calentando camino al estadio del Molinón.
Instalaciones de Las Mestas.

 

Empecé a trotar sobre media hora antes del comienzo de la carrera dirección a la Avda del Molinón, corriendo de esta guisa el menda en este día (hoy estaba de estreno).
Una vez en dicha Avda, aproveché para calentar en el parque del Piles, en el famoso “Kilometrín” por terreno más blando que el propio asfalto.
Así que tras media hora de calentamiento, me situé entre las últimas unidades de los casi 1200 participantes.
La salida me la tomé con bastante tranquilidad. Había distancia por correr y quería ahorrar energías que pudiera necesitar para los km finales de la carrera.
Imagen de la salida.
Lo primero que me esperaba era la recta inicial, camino de la playa por la Avda del Molinón.
En esta carrera se evitaba la subida hacia la zona de La Providencia, cosa que era de agradecer, así que una vez en la rotonda del puente del Piles, el pelotón con todas sus unidades siguió recto hacia la zona del Ayuntamiento por la Avda Rufo García Rendueles.
Tras ir adelantando poco a poco a algunos corredores, enseguida apareció ante mí la pancarta colgada en una farola del primer km. Miré el crono y ante mi asombro vi que el tiempo no superaba por algún segundo los 5 minutos.
Esto me animó, aunque suponía que no podía ser que en el primer km llevara ya 5 minutos, así que o la farola estaba mal situada (cosa que no creo) o era la pancarta la que estaba en un lugar inexacto en estos primeros mil metros.
Pero con esta pequeña ilusión de ir en mis comienzos en esta carrera a paso de 5 minutos el Km, seguí avanzando y sorteando sin prisas las unidades que me precedían.
La ilusión se me fue en parte cuando vi la pancarta del 2º km ya que al mirar el crono tenía unos 10 minutos 50 segundos en mi haber.
Dicho tiempo era un tiempo mucho más real para mi ritmo habitual, incluso más rápido de lo que yo hubiera pensando desde un primer momento.
Como siempre en mí, los primeros km son los más lentos, así que haciendo cuentas mientras corría y si no me hundía demasiado en los últimos km, calculaba un tiempo por debajo de la 1h05m.
Tras este paso por el 2º km, tocaba curva a la izquierda y entrar en los adoquines de la Plaza del Ayuntamiento para así salir a la zona del Puerto.
Prestó el paso por dicha plaza y el siguiente kilometro resultó que era en ligerísimo sentido descendente o así me lo iban diciendo las piernas.
Una larga recta en la Calle Rodríguez San Pedro, me llevaría al Km 3.
En este punto el crono marcaba algo menos de 16 minutos 30 sg, así que iba a una media de casi 5:30 el Km.
Nada que objetar al lugar donde estaba situada la pancarta del tercer km. El crono me decía que podía estar bien situada.
Iba a un ritmo cómodo. La verdad iba guardando fuerzas y sin agobiarme ni por el crono ni por la distancia que todavía me tocaba recorrer.
En carrera y recordando algunos consejos que había visto en foros, iba partiendo la carrera en tramos.
El primer tramo que había ideado era el paso por el 4º km, el cual se constituía en el primer tercio de la carrera.
Así que corriendo por tramo llano por la Avda Juan Carlos I, fui en busca de este primer paso que se me había grabado en mi mente.
Tras un par de curvas, llegué a la pancarta del 4º Km, situada en la C/ Mariano Pola.
En estos momentos la carrera se adentraba en la zona de La Calzada y el crono marcaba una media aproximada en estos primeros 4º Km de unos 5 minutos 25sg.
En la entrada de este barrio de Gijón tocaba  una ligerísima subida que apenas noté en mis piernas. El ritmo lo llevaba continuo, cómo se suele decir, “sin prisa pero sin pausa”.
El siguiente paso que me había ideado para distraerme era el de los 5km. Me picaba la curiosidad por saber el tiempo que podría llevar, así que cuando miré el paso por la pancarta de este punto kilométrico situada en la Avda de Galicia, observé que había recuperado unos segundos a la media por Km que llevaba hasta el momento.
Si no recuerdo mal, llevaba algo menos de 26m30sg.
A los pocos metros de esta pancarta, tocaba girar a la izquierda para afrontar la larguísima “recta” hacia el El Llano.
Estos dos siguientes kilómetros eran los que me tenían algo más pendiente por tratarse de kilómetros en sentido ascendente en su totalidad o al menos así lo creía.
El siguiente paso que me había ideado era la mitad de carrera o lo que es lo mismo, el km 6.
Nada más pasar el km 5 y torcer a la izquierda, el itinerario se volvió en subida, la cual se veía claramente a través de las zancadas de toda la fila de corredores que me precedían.
Me encontré bastante cómodo en mi correr durante todo este tramo en busca del km 6.
La pena fue que no vi la pancarta de este 6º kilómetro, así que no tengo el crono de mi paso por mitad de carrera. Lo que sí que es seguro que iba ganando segundos a la media por kilómetro que había llevado en los kilómetros iniciales.
Tras unos centenares de metros en subida, tocaba un ligero descenso que se agradeció, para afrontar otro tramo en ligero sentido ascendente de nuevo, que en un principio creía que se me iba hacer algo duro por la subida hacia la rotonda de la gasolinera de la carretera vieja de Oviedo.
Pero en vez de de subir hasta dicha rotonda, nos pasaron por debajo de la misma por el paso subterráneo, evitando la dureza que menciono y saliendo más o menos a la zona por donde debía estar situada la pancarta del 7º km, pancarta que lógicamente tampoco vi.
En cuantos a las fuerzas notaba que iba bien, controlando el ritmo y la respiración.
La nota mala era que llevaba arrastrando desde hacía unos kilómetros algunas molestias en la parte externa de las rodillas.
Conocía dichas sensaciones por la lesión que tuve hace unos meses del “Sindrome de la banda iliotibial”, así que para amortiguarlas iba corriendo lo más erguido posible, ya que sabía que mucha culpa de este síndrome se debía a la zona de la cadera.
Tras el paso subterráneo se enfocaba en ligero descenso y posterior llano, la recta de la C/Gaspar García Laviana y se iba en busca del Km 8.
Tenía esperanzas de ver el tiempo del 2º tercio de carrera al paso por este km, pero no recuerdo de haberlo visto ni la pancarta y como es normal el consiguiente tiempo.
Me notaba que iba bastante más rápido de lo habitual y lo mejor de todo era que me sentía más o menos bien en esos tiempos.
Seguí alcanzando a algunos corredores, incluso fui “chupando rueda” en ocasiones para coger algo de aire por detrás de alguno de ellos.
Imagen en este tramo.
Alcancé la pancarta del km 9 (ésta si la vi gracias a Dios…) y mirando el crono llevaba algo menos de 46 minutos. El desfase si quería alcanzar la media de 5 minutos el km llegaba aproximadamente a los 55 segundos, así que ví factible el ganar en estos tres km que me quedaban ese tiempo al crono. Por otra parte pensaba que me conformaba con no perder esos segundos y así poder quedar al final en 1h01m ya que había estado bien en este día el tute que me había pegado y encima la parte externa de las rodillas se me iban quejando un poco por momentos.
Al final seguí corriendo entre la gente y cuando llegó la pancarta de los 10 Km vi que el reloj marcaba algo menos de 51 minutos (mejor marca de este año si hubiera acabado la carrera en dicha pancarta), así que ya quedaban un par de km para la meta y entonces incrementé el ritmo.
Del km 9 al 10 no había apenas ganado casi tiempo, así que ese desfase que había observado de 55 segundos ahora había bajado hasta los 45 sg aprox.
Sabía que ya me sería imposible bajar de la hora, ya que en mi estado de forma actualmente me sería imposible recuperar esos 45 sg en un par de Km y encima sabiendo que era la primera vez que de manera oficial corría 12 Km.
Poco después del km 10, llegaba la zona de la plaza de toros. El resto del recorrido ya me lo conocía de memoria, así que como dije “aceleré” y la verdad iba muy satisfecho por cómo me había comportado en esta carrera.
Foto con cara de velocidad a la altura de la plaza de toros.
Sí que es verdad que el último medio km se me hizo un poco largo y me adelantaron algunos corredores, pero ya no importaba, el objetivo estaba cumplido de hacer una buena marcha para mí en estos momentos.
Me prestó mucho la entrada a la pista de atletismo de Las Mestas, lugar donde acababa la carrera, aunque sí que es verdad que en esos últimos 300m no pude acelerar más ya que el cansancio ya se notaba bastante.
Entrando en la zona de Las Mestas, ya en el último Km.
De hecho en el último par de Km ya llevaba notando en cierta manera el cansancio pero aún así incrementé el ritmo en busca de una buena marca.
Al final hice un tiempo según mi crono de 01h00m17sg y un tiempo oficial de 01h01:10.
Quedé en la general en el puesto 891 de 1124 (estaban apuntados 1200) y en categoría masculina en el puesto 809.
Dentro de mi grupo de veteranos mi puesto fue el 168 de 196 participantes.
En esta carrera recuperé muy bien, no llegando tan fatigado como en algunas de las anteriores carreras de 10 km, hecho que me anima para futuras carreras.
Tuve muy buenas sensaciones a lo largo de la carrera y fui poco a poco incrementando el ritmo,  corriendo por debajo de los 5 minutos el km más de la mitad de la carrera.
Pensé que me costaría mucho más, pero a pesar de la fatiga final, creo q hubiera seguido a ese ritmo otros 2 ó 3 Km.
Al final acabé en un tiempo que llevándolo a tiempos de media maratón estaría en mi primera participación en un tiempo por debajo de 1h50, marca objetivo en los próximos meses a la hora de debutar en una media maratón, la cual todavía no tengo escogida entre las varias que hay en la primera mitad del año venidero.
En la meta nos dieron la bolsa del corredor, consistente en un bote pequeño de jalea real, un plátano, una manzana y un vale para el balneario de Las Caldas.
Cogí también un acuarius y un bote de red bull.
En esta ocasión no me duché en las instalaciones de Las Mestas. Me cambié en el coche y me fui para casa para ya no salir el resto del día.
Sobre las molestias en la parte externa de las rodillas, decir que siguieron por momentos hasta casi el final de la carrera, pero no me impidieron terminarla.
Es verdad que durante la tarde-noche y el día siguiente sí que sentía una cierta cojera en la pierna izquierda, pero a medida que fue pasando el lunes dicha cojera parecía ir de más a menos.
En el momento que escribo esta crónica estamos a martes y las molestias en las rodillas han desaparecido y son ligeras en los isquiotibiales, así que al final he decidido seguir la biblia de los corredores y descansar unos días de mis andanzas correderas.
Soy optimista de momento a día de hoy para mi debut el próximo año en una media, aunque he visto que tengo que fortalecer bastante la zona de la cadera y tren inferior para no tener complicaciones a nivel físico.
Camiseta de la prueba.
 
 
Resultados.

http://www.championchipnorte.com/resultados-externos/tiempos/id/495?c=PRUEBA ABSOLUTA. DISTANCIA: 12000 M
http://www.championchipnorte.com/resultados-externos/atleta/id/495/dorsal/239?c=PRUEBA ABSOLUTA. DISTANCIA: 12000 M

Dorsal
Nombre
Apellidos
Localidad
239
JOSE MANUEL
MARRAS RODRIGUEZ
OVIEDO
Puesto Gen.
Tiempo Oficial
Tiempo Neto
Club
892
01:01:10
00:00:00
Categoría
Sexo
VETERANOS B MASC
Masculino


DISTANCIA
12000 M
RITMO
0:05:06
PUESTO SEXO
M- 810
PUESTO CATEGORIA
VTBM- 168 (DE 196)


Video llegada.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

DANDO UNA VUELTA POR SOMIEDO.


Fecha: 09-11-2013.
Lugar: Concejo de Somiedo.
Comentario:
Tenía ganas de dar una vuelta con el coche por el concejo de Somiedo para visitar algunos pueblos y tras posponerlo el anterior fin de semana por la cuestión climatológica, este sábado pillamos el coche la mujer y yo y a pasar el día nos fuimos hasta dicho lugar.
Otro pequeño aliciente para mí en este día era transitar por primera vez por la carretera que une el concejo de Belmonte y el de Somiedo, ya que hacía años que no pasaba por esa carretera y desde mi última vez habían arreglado dicha vía y quería ver cómo había quedado.
Salimos de casa a las 09h30 y un poco después de las 10h30 estábamos aparcando el coche en el pueblo de Villar de Vildas, siendo elegido este pueblo en el 2004 como el ganador del Premio Principe de Asturias al Pueblo Ejemplar.
Este premio le supuso a dicha localidad un impulso para el sector turístico, abriéndose entonces algunas casas rurales.
Este pueblo está situado en el valle de Pigüeña y alberga una población de 110 habitantes en 48 viviendas, estando situada a unos 20 Km de Pola de Somiedo.
Enlace del pueblo, punto de inicio de una de las rutas típicas somedanas, la ruta de la Braña de la Pornacal.
Enlace de la ruta mencionada.
Primera foto del valle de Pigüeña, a unos 3 ó 4 Km de Villar de Vildas.
El valle de Pigueña es uno de los 5 valles del concejo de Somiedo (Saliencia, Valle, Somiedo, Perlunes y Pigüeña), siendo un valle muy frondoso, con mucha  vegetación como se observa en la anterior foto.
Llegamos al pueblo y aparcamos a las afueras.
El día estaba bastante frio y nublado, así que tras abrigarnos comenzamos a caminar por las caleyas del pueblo.
Como siempre me pasa, muy buenas vibraciones al caminar por este tipo de pueblos con guapas estampas de las diferentes construcciones en este tipo de lugares.

Primeras estampas que saqué en este día, un hórreo muy bien conservado y una casa de piedra con su parrilla correspondiente.

 




 
Llegué el pequeño aparcamiento en el interior del pueblo.
Desde este lugar, se observaba el paso de alguno de los habitantes de cuatro patas por las calles del pueblo.
Así como se observaba también otro hórreo que me llamó la atención.
Iglesia de S. Miguel de Villar de Vildas.
Placa de pueblo ejemplar de Asturias del 2004.
Seguimos caleyeando por el pueblo con algún hórreo con su huerta que nos fue apareciendo por el camino.

 

Llegamos a la altura de un complejo rural con 4 apartamentos, llamado Torre Villar.
Di una vuelta por la guapa parte delantera de este complejo, con hórreo incluido.

 

 



De nuevo a las calles del pueblo, seguimos “callejeando”, con alguna vista diferente del “hórreo con huerta”.

 

Retornamos al coche y pusimos rumbo a la capital, Pola de Somiedo.
En el trayecto de ida, habíamos visto un cartel que ponía “mirador”, así que tras desviarnos un Km aprox por la carretera del pueblo somedano de Robledo, llegamos a dicho mirador sobre el valle del Pigüeña.
Tras esta segunda breve visita, puse rumbo ya a Pola de Somiedo.
Nada más llegar al desvío hacia esta localidad, me dio por subir un par de Km por la carretera del pueblo de Perlunes para ver las panorámicas desde esta carretera.
Lugar donde dejé el coche y muy buena panorámica por debajo de Pola de Somiedo con la carretera de acceso al pueblo del Valle, lugar pensado para comer.
El día estaba empeorando bastante. Aparecían ya las primeras lluvias a lo lejos en el Valle del Lago.
No continué hasta Perlunes ya que el día estaba empeorando bastante y tampoco se trataba de conducir sin sentido con el día que hacía.
Retrocedí ese par de Km hasta la carretera general.
En la bajada pudimos ver castaños con el fruto protegido todavía en sus ramas.
Llegamos a Pola de Somiedo donde dejamos al coche al lado del hotel Castillo del Alba.
Enlace de la capital del concejo, Pola de Somiedo.
Nada mas posarnos del coche, ya me llamó la atención una guapa casa de piedra.
Pero muy cerca de ella, estaba una especie de ermita, la iglesia de S. Pedro.
Nada más asomarme a la puerta, esta era mi vista del interior.
El altar.
Pequeña sala en su interior.
Enseguida vi el tema principal de la iglesia, el Cristo mutilado, que tiene su historia.
La imagen fue traída de Francia por Flórez Estrada y durante la Guerra Civil fue mutilada y arrojada al río. La recogieron del río y envuelta en una sábana, la enterraron en un lugar cercano donde permaneció hasta el final de la guerra, presidiendo en la actualidad el altar mayor de esta iglesia.
Desde la zona del altar, vista de la iglesia.
Después de esta visita, nos fuimos a tomar un café, ya que estaba frio. Así que entramos en un bar, “Casa Cano”  en el que yo había estado hacía 20 años en Diciembre del 93 con María Jesús y Roberto.
Volvimos entonces al coche, donde tuvimos que esperar un poco a que pasaran algunos habitantes de la capital.
Acto seguido, cogimos la carretera del pueblo del Valle del Lago, lugar que habíamos escogido para comer ya que un compañero de Noelia que tiene casa por la zona, nos había dicho que se comía bien en un restaurante llamado “Casa Cobrana”.
Enlace del Valle del Lago.
En la subida pasamos cerca del pueblo de Urria.


Y hacia el lado opuesto se encontraba el pueblo de El Coto.
Llegamos entonces a dicho restaurante. El tiempo estaba malo, lloviendo, así que decidimos entrar para tomar algo antes de comer.
El comedor.
Para comer, escogimos platos de la carta. Así que pillamos para la mujer una de fabada y para mí una de pote. Las raciones la verdad eran muy abundantes.
Vista de ambos platos.

 

De segunda Noelia no pilló nada, pillando yo entonces una de cabrito que venía con patatas.




La comida nos gusto. Es de los sitios que repetiría sin dudarlo. Bien la comida y raciones abundantes.
De postre pedí unos borrachinos. Pensé que vendrían más, pero sí que estaban como dice su propio nombre, borrachos y también decir que estaban muy buenos.
Por todo pagamos unos 50 Euros.
Nos pareció buen precio para la calidad y cantidad de comida que fue.
Tras los cafés, pillamos el coche y al volante bajo la lluvia sacamos algunas fotos camino de Pola de Somiedo.

 

 

 




En Pola de Somiedo saqué la última foto del día, un parque en el que estaban unas especies de construcciones simulando cabañas de teitos.
Como nota final, decir que la Pola si que ha cambiado muchísimo desde mi anterior visita. No me gustó mucho lo que vi con las nuevas construcciones que para mi gusto, desentonan bastante con el entorno.