domingo, 29 de septiembre de 2013

VIAJE A CACERES Y MADRID (SEPTIEMBRE 2013).



Fecha: Del 02/09/2013 al 10/09/2013

Lugares visitados: Plasencia, Coria, Cáceres (4 noches), Mérida, Trujillo, Guadalupe, Talavera de la Reina, Madrid (4 noches), Coca (Segovia), Arévalo (Ávila).

Comentario:
Segunda parte de las vacaciones de este año 2013, así que tocaba pensar destino y como no me apetecía muy mucho que digamos el marcharme fuera de España y tampoco ir en plan de playa, se me ocurrió la idea de viajar a Extremadura unos días, en concreto para Cáceres, parando a la vuelta en Madrid unos pocos días.

Esto es un poco el resumen de este viaje.

1 Día…Lunes 02/09/2013

No madrugamos mucho en esta ocasión para el viaje de ida, así que sobre las 07h nos levantamos y sobre media hora después poníamos rumbo a Cáceres, lugar donde pernoctaríamos cuatro noches con el objetivo de conocer alguna de las principales poblaciones de Extremadura, en concreto Cáceres, Mérida y Trujillo, visitas claves de este viaje para mí.
Como últimamente hago cuando salgo de Asturias por Pajares, paramos para desayunar en el Ezequiel de Villamanín.
Tras el desayuno, pusimos rumbo para Extremadura.

El objetivo de este primer día era conocer Plasencia y su vecina Coria.
Tras un cómodo viaje rumbo a Plasencia y en el que yo destacaría la subida de temperatura de casi 6 ó 7 grados desde Salamanca a Plasencia, paramos en la parte exterior de la muralla de la ciudad de Plasencia, concretamente muy cerca de una de las entradas al recinto amurallado de Plasencia, el Postigo del Salvador.
Plasencia es la ciudad más poblada del norte de Extremadura, sede episcopal y su municipio es el segundo más poblado de la provincia y el cuarto de la región.
Fue fundada como ciudad por el rey Alfonso VII de Castilla en 1186 y el que se hubiera establecido en el lugar que ocupa se debía a razones de estrategia militar propias de la Reconquista ya que muy cerca de la ciudad se hallaban las fronteras castellanas con el Reino de León al oeste y con los musulmanes al sur.
Nos adentramos en el recinto amurallado de la ciudad y caminando llegamos en seguida a la Plaza Mayor, donde lo primero que me nos llamó la atención fue el edificio del Ayuntamiento.
El edificio data del siglo XVI y desde esta plaza mayor parten todas las vías principales del casco histórico que conectan con las diferentes puertas exteriores de la muralla que dan acceso al recinto de esta ciudad.
En la torre mayor de este Ayuntamiento está colocado una especie de muñeco autómata, el cual es conocido en Plasencia como el abuelo Mayorga.
El autómata al parecer actúa cuando el reloj de la torre toca las campanas cada media hora.
En la plaza mayor y ya que teníamos mucha sed por el calor reinante y por el viaje, paramos a tomar algo en una terraza y disfrutar un poco del ambiente en este primer día del viaje.

Acto seguido empezamos a pasear por el casco antiguo en busca de la catedral, el conjunto arquitectónico más importante de Plasencia.
Finalmente la localizamos y como siempre solemos hacer, inevitable la visita, así que tocaba pagar 1,50 euros por cabeza, pero la verdad sí me picaba mucho la curiosidad por conocer esta catedral, así que para su interior nos adentramos.
La entrada incluía la visita a la catedral vieja del s.XIII, al claustro del XIII también, a la capilla de S.Pablo del s.XIV y a la catedral nueva del s. XVI.
En realidad, como ponía la entrada,  son dos catedrales en una, la Catedral Antigua o de “Sta María” y la catedral nueva, dedicada a la Asunción.
Vista de una de las entradas a la catedral.
 
Alta mayor de la catedral nueva.

Un par de detalles que me llamaron la atención en la parte de la catedral nueva.

 

 
Entrada por otra de las vertientes de la catedral.

En resumen, no me dio mucho más el conjunto de esta catedral, pero no me arrepiento de haberla visitado.
Quizás lo que más me gustó de la visita a la misma fue el altar mayor de la catedral nueva.

Acto seguido dimos alguna vuelta por las inmediaciones de esta catedral donde pudimos apreciar la llamada Casa del Dean del s. XVII, llamada así porque en ella habitaron algunos de los deanes de la catedral cercana.
Destacaría en esta casa el balcón en ángulo de estilo neoclásico.

Acto seguido fuimos a la oficina de turismo, cercana a esta zona anterior de visita.
En la misma nos informaron de algunos puntos de interés a la hora de visitar, así que con mapa en mano para dichos puntos nos fuimos.
Caminando por las calles del casco antiguo, dimos con la iglesia de S.Nicolás (s. XIII y XIV), habiendo pasado primero por el Palacio de Monroy del s. XIV.
 
El estilo de esta iglesia es de románico tardío, pero con algunas que otras actuaciones que tuvieron lugar, el estilo actual es gótico.
En el interior de la iglesia nos encontramos con un guía, un tanto pesado, que amablemente nos explicó algunos que otros aspectos de la misma y al que le dimos una gratificación por los servicios prestados.
Lo que más me gustó de esta iglesia fue la pila bautismal de origen románico.

Cerca de esta iglesia de S. Nicolás encontramos algunos edificios históricos como el Palacio Marqués de Mirabel (s.XIV y XVI), la Iglesia de S. Vicente Ferrer y el edificio del Parador de la ciudad.
Vista del Palacio Marqués de Mirabe

Seguimos caminando por el pequeño casco antiguo y rápidamente llegamos de nuevo a la Plaza Mayor.
Queríamos tomar y comer algo si era posible, así que buscamos un local llamado "Tentempie", situado al lado de la plaza del Mercado de Abastos, junto a la Iglesia de S. Esteban.

Al final nos sentamos en la terraza y con algo de beber y con una tapita que nos pusieron de comer, desistimos de pedir más, así que continuamos con la visita a Plasencia.
Como parte final de esta visita, pudimos contemplar la Torre de Lucía y el Acueducto de Plasencia.

Mi impresión sobre Plasencia y su casco antiguo es que es una población que se ve bien en unas pocas horas, medio día como máximo, así que tras dar finalizada la visita a Plasencia, teníamos la opción de irnos ya para Cáceres, pero como íbamos bien de tiempo, estando en casa los días anteriores había buscado alguna que otra visita por la zona y había dado con la población de Coria, la cuarta población más importante de la provincia de Cáceres.

La historia de esta población ya data de la época de los romanos y como nota a destacar en su pasado es que fue sede episcopal hasta el siglo XX, así que tenía que tener algunos monumentos importantes y para allá nos fuimos a conocerlos.
Tras un corto viaje de unos 20 minutos aparcamos a las afueras de las murallas con un calor tremendo (sobre 35 grados) sobre las 16h.

Nadie por las calles como era normal (yo creo que a veces esta forma de hacer turismo es un poco masoca, pero como se suele decir, sarna con gusto no pica), así que durante la visita de 1h que tuvimos por esta localidad no vimos prácticamente a nadie (daba gusto, la verdad).
Entre los monumentos que yo destacaría está la Catedral de la Asunción de Coria, edificio construido entre los siglos XVI y XVIII, que reemplazó a otra iglesia anterior del que sólo queda su claustro del siglo XIV.
La iglesia actual entronca el gótico final y el renacimiento, con añadidos barrocos.
El otro monumento que me gustó fue el castillo con su destacada torre (el menda es mucho de castillos).

Fue mandado construir en el año 1472 por el Duque de Alba.
Un detalle que me llamó la atención en los muros (es como si estuviera el hueco de la cerradura para meter la llave y abrir la puerta).
 
La verdad, Coria me decepcionó un poco, pero está claro que si uno no la visita siempre se va a quedar con el interrogante de cómo sería dicha localidad.
Tras esta corta visita de una hora, pusimos rumbo a Cáceres.

Había reservado en unos apartamentos llamados H2 Cáceres unas 4 noches por 156 Euros.
Nunca íbamos de apartamentos, así que este era un buen momento para cambiar de tipo de alojamiento y la verdad no nos salió nada mal.
Lo más destacable de estos apartamentos era su situación, al lado de la Plaza Mayor y de toda la zona histórica.
Como no se podía aparcar al lado mismo de los apartamentos ya que en la zona antigua no permite el aparcamiento a los coches, tuvimos que seguir la recomendación hecha en los apartamentos de dejar el coche en un parking situado cerca de los mismos, el parking Obispo Galarza (sería este primer día el único día ya que el resto de los días aparcaríamos en alguna de las calles adyacentes para ahorrarnos el gasto).
Para localizar la entrada del parking tuvimos algunos problemillas a pesar que íbamos con TomTom ya que algunas calles estaban cortadas por obras y sobre la marcha el aparatito tenía que rectificar con el rollo de ir haciendo caso de la maquinita y sin saber muy bien si lograríamos llegar a buen puerto.
Finalmente aparcamos, cogimos las maletas y tras preguntar a algunas personas con llamada incluida al teléfono que teníamos de contacto, logramos llegar a la puerta misma de los apartamentos.
El personal de la recepción de los mismos estaba en el hotel del mismo nombre, muy cerca de ellos, así que rápidamente llegó a donde estábamos y amablemente nos atendió.
Nos acompañó a la habitación y mi primera impresión sobre la misma fue bastante positiva.
Quizás algo oscuro para mí gusto, pero en cuanto a amplitud y en cuanto a cómo era el baño y la pequeña cocina, me gustaba, así que dimos por buena la elección que se había hecho.
Fotos del estudio que reservamos.



 
El cuarto de baño que tuvimos y con el que yo estuve encantado con la especie de ducha-lluvia que tenía.
 
Tras llegar a la habitación, descansamos un buen rato. La verdad estábamos cansados del viaje y del par de visitas turísticas que habíamos tenido y sobre todo del calor.
Una temperatura de 34 grados más o menos era una temperatura a la que no estábamos acostumbrados y eso se dejaba notar, sobre todo en la cantidad de líquido que habíamos consumido.
Tras descansar, nos duchamos y ya nos fuimos a dar una vuelta por la cercana Plaza Mayor.
Dicha Plaza Mayor me gustaba, era amplia, con una parte de restaurantes y lugares con terrazas para tomar algo y a la otra parte estaba la entrada al casco antiguo con al Ayuntamiento encabezando la plaza.
Foto de la Plaza Mayor.
 
Nos adentramos para hacer algo de tiempo antes de cenar algo, en el casco antiguo. No teníamos mapa del mismo ya que para mi asombro la oficina de turismo estaba cerrada por la tarde (a fecha de hoy todavía no entiendo que estuviera cerrada a primeros de septiembre un día por la tarde).
El caso es que así nos fue, ya que para salir de esta parte antigua y dado el gran número de callejuelas existentes, durante un pequeño rato estuvimos desorientados y tuvimos algún que otro problema.
Una vez que retornamos a la Plaza Mayor y ante la sed y el cansancio que se acumulaba otra vez, nos sentamos en una terraza donde tomamos algo.
Después de esta terraza, fuimos en busca de algunos de los  restaurantes que habíamos visto recomendados en Internet.
Al final no localizamos ninguno, por lo que optamos por ir a comer algunos pinchos a uno de los restaurantes de la cadena Lizarrán que estaba situado muy cerca del estudio.
En este sitio nos pasó una cosa negativa. Los pinchos fríos había que ir a por ellos a la barra (hasta ahí, sin problema), pero los calientes te los iban sirviendo a las mesas de las terrazas. Como empezaban a servir por las mesas del principio, cuando llegaban a nosotros, o seguían con otras mesas o ya no quedaban pinchos, por lo que me quedé con las ganas de comer alguno que realmente me interesaba.
En cambio otra mesa que estaba al lado con un par de turistas extranjeras, comió los nuestros y los de ellas (sobre todo una de ellas que estaba gorda, ¡por algo sería! pensaba yo).
En la cena del Lizarrán gastamos 10 Euros entre la bebida y los pinchos que tomamos, así que aunque no era mucho, por lo menos pudimos probar bocado en este primer día del viaje.
Acto seguido ya nos dirigimos al apartamento para descansar hasta el día siguiente y en el que el menda aunque quiso ver el primer capítulo de “La Cúpula”, la verdad no aguantó por el cansancio y rápidamente se fue a soñar.
2 Día…Martes 03/09/2013.

Esta primera noche en Cáceres descansé dentro de lo que cabe bastante para lo que serían las siguientes.
El objetivo que había pensado para este día era la ciudad de Mérida, quizás la población (fuera de Cáceres) a la que le tenía más ganas por la existencia de todos los restos arqueológicos de la época romana en dicha ciudad.
Tras levantarnos a las 07h45 y prepararnos, optamos por desayunar en una terraza en la Plaza Mayor, en mi caso una tosta de jamón con tomate y un café con leche y bayles. Al final por los dos desayunos, 8 Euros, pero creo que aunque me prestó, resultó algo carillo quizás.
Fuimos entonces a por el coche y acto seguido ya pusimos rumbo a Mérida (Badajoz), ciudad patrimonio de la humanidad, a la cual llegamos en algo menos de 1h de autopista.


Mérida es la capital de Extremadura y sede de las instituciones de gobierno de la comunidad, siendo fundada por Roma en el año 25 a.C por orden del emperador Octavia Augusto para servir de retiro a los soldados veteranos (eméritos) de las legiones V y X.
Fue una de las ciudades más importantes de Hispania, dotada con todas las comodidades de una gran urbe y ejerció de capital de la provincia romana de Lusitania.
Tras las invasiones bárbaras, a partir del s. V d.C, siguió siendo un importante enclave y llegó a ser capital de todo el Reino Visigodo de Hispania en el s. VI.
En el 713 la ciudad cayó en manos musulmanas hasta que fue reconquistada por los cristianos en el 1230, siendo designada capital de la CCAA de Extremadura en 1983.
Aparcamos muy cerca del recinto donde se encuentran ubicados el Anfiteatro y Teatro romano.
Nos aproximamos hasta la entrada de dicho recinto y lo primero que visitamos fue el Museo Nacional de Arte Romano tras pagar la oportuna entrada a 3 euros por cabeza.
Algunas fotos del interior del Museo.
1 Por lo que se ve los romanos jugaban también a los dados o ¿quizás al parchis?...
 
2 Una especie de tapiz, no me acuerdo muy bien si era en la piedra o en tela.
 
3 Vía romana en el interior.
 
Tengo que decir que aunque el museo está bien.
La verdad me gustó y con bastantes cosas diferentes para ver, desde estatutas romanas, a tapices en piedra y tela, cuchillos, monedas, vasijas, …
Después de la visita a este museo, elegido como primera visita ya que cerraban si no me equivoco a las 14h, fuimos a sacar la entrada para la que creo que era la visita principal de la ciudad de Mérida, toda la zona del teatro y anfiteatro.
La entrada nos costó 12 euros por cabeza y daba derecho a la entrada de varios monumentos a lo largo de la ciudad.
A Noe se le ocurrió en una decisión acertada pagar 3 euros más por cada uno para realizar una visita guiada.
Bajo el sofocante calor empezamos dicha visita guiada por una arqueóloga como ella mismo nos matizo varias veces.
Buscando los mejores sitios bajo la sombra, dicha mujer nos fue explicando muy bien lo que significaban los diferentes restos arqueológicos que veíamos y un poco la manera de vivir y de disfrute que tenían los romanos tanto en el anfiteatro como en el mismo teatro.
La primera visita reseñable que hicimos en el recinto fue el Anfiteatro Romano, inaugurado en el año 8 a.C, el cual pudimos ver como tiene una forma elíptica y en sus mejores tiempos tenía capacidad para 14.000 espectadores.
El eje principal medía 126 metros y uno menor de 102 metros.
La arena medía 64 por 41 metros y disponía en el centro de una fossa bestiaria que albergaba a los animales que se enfrentarían a los glaidadores.
En el graderío ya había diferencia de clases, filas para la clase dirigente y otras para el público plebeyo.
Fotos del anfiteatro con el foso para las bestias.




Un detalle del exterior como era el lugar donde hacían sus necesidades.
Había dos canales, el primero donde depositaban los excrementos, los cuales eran arrastrados por el agua y delante de donde se situaban los romanos, uno más pequeño donde corría el agua limpia y éstos se limpiaban con una esponja.
 
Tras el anfiteatro, continuamos la visita al monumento estrella de Mérida, el Teatro Romano.
Su construcción data de los años 16 al 15 a.C. y desde el 2007 es uno de los 12 tesoros de España.
En su momento tenía capacidad para 6.000 espectadores y en la parte inferior se situaban las clases sociales más acomodadas.
Las dimensiones del escenario son de 7,5 m de anchura, 63 m de longitud y 17,5 m de altura y desde 1933 alberga el Festival de Teatro Clásico de Mérida.
Algunas fotos del Teatro Romano.




 








 
Después de acabar la visita guiada que duró sobre 1h30, la guía ya nos dejó a nuestro libre albedrio por las instalaciones. Dimos algunas vueltas por las mismas, sacando fotos que nos quedaban y entonces salimos del recinto dispuestos a comer y beber algo.
Fuimos en busca de un local que nos había recomendado Maite el día anterior, llamado “La Despensa del Castuo”, lugar bastante típico y en el que la relación calidad-precio era muy buena.
No nos complicamos mucho la vida. Nos sentamos en la terraza y pedimos un par de claras con un plato de tapas típicas extremeñas y de postre bombones de higos que estaban muy ricos. Todo ello por 14 euros.
Fotos de los dos platos.



 
Después de haber descansado un poco comiendo a la sombra, nos dispusimos a reanudar la marcha de nuevo ya que teníamos medio día y todavía nos quedaban bastantes monumentos que visitar.
El siguiente objetivo que visitamos fue el Circo Romano, situado a un ¼ h caminando de la primera zona de visita del día.
Su construcción fue iniciada a principios del s I d.C durante la época de Tiberio.
Tenía más de 400 m de longitud y 115 m de anchura y debido a sus grandes dimensiones se encontraba fuera del recinto amurallado.
Este circo estaba concebido para dar cabida a unos 30.000 espectadores distribuidos por las diferentes clases sociales que tenían los mismos.
Uno de los espectáculos favoritos eran las carreras de bigas (dos caballos) y cuadrigas (cuatro caballos).
Los conductores de los carros eran conocidos como aurigas y eran muy populares.
Donde el mismo hay un centro de interpretación que visitamos así como una vista espectacular de todo el circo.
Un par de vistas de dicho circo.
 


 
Este circo realmente me gustó. Uno se podía imaginar viendo lo bien conservado que tiene la pista lo que debía ser en un día de competición con los graderíos llenos.
Muy cerca de este circo pudimos apreciar también el Acueducto de San Lázaro que aunque no está mal, tampoco es nada del otro mundo.
De esta zona con estos dos monumentos nos fuimos caminando hacia el que nos habían dicho que era el acueducto estrella de la ciudad, el Acueducto de los Milagros.
En mi opinión este acueducto está bastante mejor que el primero que habíamos visto, tanto por el entorno como el propio acueducto en sí.



 
Fuimos regresando a la ciudad ya que este acueducto se encuentra en la periferia de Mérida.
El siguiente objetivo era la zona del Puente Romano con la Alcazaba y la Muralla.
Antes de llegar pasamos al lado del edificio múltiple destinado a oficina y junto a la Alcazaba nos sentamos para tomar un par de granizados aprovechando que había un poco de sombra.
Fui hasta el Puente Romano y rápidamente volví para que entráramos en La Alcazaba, fortaleza musulmana de 130 m de lado construida por Abderramán II en el 835 d.C.
Sus muros tenían unos 2,70 m de grueso y 10 m de altura y su perímetro unos 550 metros.
A la Alcazaba se accedía desde el Puente Romano a través de un pequeño recinto fortificado, denominado “Alcazarejo”.
Este monumento fue de las pocas cosas que no me gustaron mucho de Mérida.
A destacar las vistas que se tiene sobre el Puente Romano y el Guadiana y el puente Lusitania.
 
En La Alcazaba estuvimos muy poco ya que como digo no nos gusto mucho que digamos.
Fuimos entonces caminando dirección a otro monumento que nos habían dicho que estaba bien, La Casa del Mitreo, así que íbamos cansados en esa dirección cuando vi que Noe iba casi cojeando y bastante cansada (con razón) y entonces decidí que iríamos a por el coche y así acercarlo a este monumento para luego tener a mano el coche e ir hasta el centro de la ciudad a visitar otro par de “piedras” que nos quedaban por ver.
Una vez que nos acercamos con el coche al Mitreo en cuestión, visitamos dichas excavaciones atechadas.
La entrada que habíamos sacado daba derecho a entrar a este lugar consistente en una vivienda romana de finales del s.I y comienzos del s.II, así que una vez dentro pudimos apreciar algunas excavaciones que en esta ocasión sí que me gustaron. Creo que vale la pena visitar estos restos.
Un par de fotos de La Casa del Mitreo.



 
Ahora, a por el resto de “piedras”, así que acercamos el coche al centro de Mérida, ciudad que estaba en fiestas y nos dispusimos a caminar un poco por el centro para ir a dar en primer lugar a otro resto arqueológico que me gustó mucho también, el Templo de Diana, construido a lo largo del s.I desde la etapa de Augusto.


Este templo es el único edificio destinado al culto religioso que aún queda en pie en Mérida. Sus dimensiones en planta son de 32 m por 18,5 m.
Se eleva sobre un podio de 3,23 m y sus columnas en los laterales mayores son de 8 m aprox.
 
Seguimos entonces caminando por la ciudad, pasando por El Arco de Trajano, el cual me pareció bastante chulo. Este arco está dedicado al emperador Trajano como su nombre indica y se construyó entre el 114 y el 117 d.C.
Después nos sentamos a tomar, sedientos como estábamos, algo en una terraza y ya nos fuimos a por el coche para poner rumbo a Cáceres, base de nuestra estancia en este viaje a Extremadura.
El único monumento reseñable de Mérida que no visitamos fue la Iglesia de Sta Eulalia pero la dábamos por vista ya que íbamos cansados y Noe ya tenía más molestias en los pies que hacía unas horas.
Una vez en Cáceres y como no nos apetecía salir de noche ya que ya estaba bien de patear, pasamos por el Mercadona, donde compramos algo para la cena y los desayunos posteriores.
Así acabó este día que como se suele decir, se podría resumir en “Cansados, pero contentos”.

3 Día…04/09/2013.
Este día nos levantamos tarde, sobre las 09h motivado creo que por el cansancio del día anterior y por haber dormido mal a causa también del calor que hacía por la noche.
Tomamos algo en el estudio como desayuno y tras coger el coche pusimos rumbo en este día a Trujillo, otra localidad al que la tenía muchas ganas por ser cuna de famosos conquistadores como Pizarro y Orellana.
Tras pillar la autovía a Trujillo, llegamos a esta localidad en aprox. 45 minutos.


Aparcamos en el exterior del casco antiguo y tranquilamente fuimos subiendo (con parada incluida para comprar un par de bermudas para mí por 36 euros) hacia la zona de la Plaza mayor, centro neurálgico de la población.
Vimos que esta localidad estaba en fiestas y la plaza estaba con algunas atracciones para los más pequeños.
Pasamos primero por la oficina de turismo donde nos informaron un poco de lo que había que ver y entonces fuimos subiendo por las callejuelas empinadas hacia la parte más monumental de la ciudad.
Un par de fotos de esta primera parte de Trujillo que visitamos.


 
Una vista de la Iglesia Santa María La Mayor de Trujillo, iglesia que visitaríamos antes de comer.
 
Seguimos subiendo hacia la parte alta de Trujillo en busca del castillo.
Pero antes íbamos a llegar a la Casa Museo de Pizarro, donde tras pagar 1,40 euros le hicimos una visita, visita que para mí y aunque tenga varios paneles explicativos de la conquista de América es prescindible.
Otro par de vistas de construcciones de este bonito casco antiguo de Trujillo.



 
Finalmente llegamos al Castillo, fortaleza construida entre el s.IX y el s.XII en un cerro conocido como Cabeza del Zorro.
Para entrar al Castillo, tuvimos que pagar otros 1,40 euros, encontrándonos con que el patio central estaba tomado por un escenario donde supongo que deben hacer actividades culturales y las correspondientes sillas para los espectadores.
Muy guapas las vistas desde el Castillo de toda la población, así como del casco antiguo.
Vistas desde el Castillo.














Dejamos el Castillo para ir a subir a uno de los torreones de la Iglesia de Santa María La Mayor ya que había visto gente en uno de ellos.
 
Vista del Castillo.
 
Entramos en esta iglesia tras sacar la oportuna entrada y subimos a la torre que tenía buenas vistas del Castillo visitado momentos antes.




 
Vista desde arriba de la escalera de acceso a esta torre.

Tras visitar dicha iglesia, pusimos rumbo a la Plaza Mayor en busca de algún lugar donde comer.
Pero antes de comer, nos sentamos a tomar algo en alguna de las múltiples terrazas.
Hubiera estado bien haber comido en alguna de ellas pero ante el molesto ruido de la música que había en esta plaza, desistimos de esta intención para ir en busca de alguno de los dos lugares que habíamos visto en Internet.
Al final comimos en un restaurante muy típico llamado “La Troya”, uno de los restaurantes más conocidos de Extremadura.
Nos sentamos en el comedor y sin haber pedido nada ya nos pusieron una botella de vino, una ensalada, una tortilla de patatas y un plato de chorizo (y todavía no habíamos pedido nada del menú…).

 
El comedor está bien decorado, con multitud de platos colgados en las paredes. Tiene un lugar también destinado a las fotos con los personajes famosos que han pasado por dicho restaurante.
 
Para comer elegimos las famosas migas primer plato y luego yo elegí cordero y Noe bacalao. De postre leche frita y fran (todo por 30 euros..).
Noe con el bacalao.
Aunque el comedor está bien y el lugar es típico, la comida es más bien de poca calidad, pero aún así nos prestó.
Acto seguido fuimos a tomar el café a unas de las terrazas de la Plaza Mayor ya que la música había parado.
Algunas fotos de la Iglesia de San Martín del s.XVI con la estatua de Pizarro que preside dicha plaza.






 
Trujillo me gustó. Creo que con medio día se puede dar por visto. La verdad no me decepcionó (el casco antiguo empedrado, limpio y bastante cuidado).
Abandonamos entonces la plaza para ir a por el coche.
Todavía nos quedaba toda la tarde, así que aunque tendría que conducir unos cuantos kilómetros de más (1h más conduciendo) nos fuimos a visitar el Monasterio de Guadalupe, otro lugar muy famoso en Extremadura, patrimonio de la humanidad.


Su historia se remonta a 1389 y entre los hechos acontencidos en este lugar uno de los más destacado fue que Cristobal Colón acudió a este lugar para insistir a los Reyes Católicos en que financiaran el viaje a las Indias.
La construcción por parte de los jerónimos se prolongó desde el s. XIV hasta el XVIII a través de sucesivas ampliaciones y en su interior se aprecian varios estilos como son el gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico.
Vista desde la carretera de acceso a Guadalupe, del Monasterio en cuestión.

Fachada del mismo.

 

Sacamos entrada (4 euros) para visitar el Monasterio, que incluía la visita guiada.
La verdad todo lo que vimos una pasada, desde bordados hasta cuadros, algunas salas, el impresionante claustro con vegetación y árboles frutales, toda la parte superior del monasterio….Todo esto me encantó (daba mucha paz estar en su interior).
Fotos del claustro.







Después de esta visita regalo que hicimos, ya pusimos rumbo a Cáceres.
La novedad a la vuelta fue que en el coche se me encendió la luz del aceite. Sabía que tenía que pasarle revisión, pero pensaba que iba aguantar. Como todavía quedaban casi 1000 Km hasta llegar a casa, decidí llevarlo al día siguiente a algún taller en Cáceres para que le pusieran aceite y pasar la revisión.
Este día cenamos en un Burguer King en Cáceres y luego nos dirigimos hacia nuestro destino …. El estudio para descansar.
Como llegábamos cansados del día no pensábamos ni en bajar a tomar algo a las terrazas de la Plaza Mayor, así que tocaba descansar, aunque con el tremendo calor fuera difícil de lograrlo.

4 Día…05/09/2013.
Otra noche sin descansar por el calor (no quiero pensar lo que debe ser en pleno verano estar en Extremadura y no poder dormir apenas).
Este día ya en teoría iba a ser más relajado (no había que moverse en coche) ya que lo íbamos a dedicar a Cáceres.
Cáceres es el municipio más extenso de España con una superficie de 1750,33 Km, siendo La Ciudad Vieja de Cáceres Patrimonio de la Humanidad desde 1986 y la capital tiene una población de unos 95.000 habitantes.
Nos levantamos sobre las 09h y tras llamar a un concesionario Honda en Cáceres, llevamos el coche para que le pegaran la revisión que le tenía que haber hecho en mi lugar de origen (quedamos con el taller en que iría a por el coche por la tarde).
De nuevo en el casco antiguo de Cáceres, empezamos a callejear por las estrechas calles empedradas.






Lo primero que visitamos fue el Museo de la Ciudad.
Tiene bastantes cosas, aunque al final uno ya las ve casi por verlas.



Seguimos caminando por el bonito casco antiguo.






Llegamos entonces al Templo de S.Frco Javier, donde pagamos una entrada para visitar las torres y observar las panorámicas de la ciudad.














Continuamos con el tranquilo caminar por las calles observando los bonitos y cuidados edificios del casco antiguo, Patrimonio de la humanidad.





















Puerta de entrada del casco antiguo.
Ayuntamiento de Cáceres.




Torre junto a la Plaza Mayor.
Era ya hora de comer, así que nos fuimos a buscar un sitio que habíamos localizado y que le daban buenas críticas, llamado “Laminerva”…


Hablamos con el tío que estaba en la calle intentando atraer gente para el restaurante, pero antes de sentarnos a comer fuimos a tomar algo a la terraza del día que llegamos.
Después de tomar algo, ya nos dirigimos a la terraza de “Laminerva”, donde comimos de menú, tomando yo de primer plato pasta casera con salsa bolognesa y de segundo presa ibérica y de postre crema de yogur (por cabeza pagamos 12 euros).
Acto seguido fuimos a descansar un poco al hotel para al cabo de un par de horas salir en busca del coche que estaba en el taller de Honda (por primera vez vimos llover algo en Cáceres, cosa que se agradecía).
Por la revisión del coche nos cobraron 191 (algo carillo).
Como teníamos tiempo y teníamos el coche, nos dirigimos hacia el Santuario de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres.
A pesar de la tormenta que cayó, las vistas desde dicho lugar, realmente espectaculares de toda la ciudad.
Después de visitar dicho Santuario, nos fuimos de nuevo al casco antiguo para picar algo para la cena, pudiendo tener otra visión del casco antiguo iluminado.



Localizamos un bar de tapas al que daban buenas críticas, llamado “La Cacharrería”, enclavado en una especie de palacete.
Pedimos unas croquetas que estaban muy buenas, una tabla de patés y finalmente carne a la pimienta (lo que menos me gustó ya que la carne adquiría un sabor demasiado a pimienta).
El sitio nos gustó, teniendo que esperar un buen rato ya que el local era pequeño y estaba lleno de gente.
Después de la cena ya nos dirigimos al estudio ya que al día siguiente tocaba viaje hasta Madrid y había que descansar un poco.
Este viaje a Extremadura me gustó tanto por todo lo que vimos y por esos locales que descubrimos para comer.
Lo peor, sin duda alguna, el tremendo calor que nos impedía descansar por la noche y nos tenía todo el día bebiendo y bebiendo y algo cansados…

5 Día…06/09/2013.
Día en el que dejábamos Extremadura para ir a pasar unos pocos días a Madrid.
Nos levantamos sin prisas, hicimos el petate y fuimos a por el coche para pillar la Autovía dirección a Madrid.
Como no teníamos prisa, optamos por parar un poco antes de Madrid, en concreto en Talavera de la Reina.


Paramos entonces en Talavera, donde tomamos un café y entonces empezamos a dar una vuelta por la ciudad.
El primer monumento que nos llamó la atención, La Iglesia Santa María La Mayor, construida en el x. XII y reformada en el XIV para transformarla en Colegiata.
Tiene una fachada gótico-mudéjar.
Fuimos hacia el paseo que tiene la ciudad junto al rio Tajo.
Sobre nuestros pasos llegamos a una zona que nos habían recomendado en la Oficina de Turismo que habíamos visitado, Los Jardines del Prado.
En dichos jardines se encontraba la Basílica Nuestra Señora del Prado, situada junto a la Plaza de Toros.
Esta zona de Talavera no nos pareció nada del otro mundo para cómo nos la habían puesto en la Oficina de Turismo.
Intentamos entonces ir volviendo para el coche por el interior del casco antiguo de Talavera, viendo alguna cosa interesante como alguna puerta de la Alcazaba de esta población.
Tras esta cortísima visita a Talavera, la cual me decepcionó bastante, ya pusimos rumbo a Madrid que ya la teníamos cerca, a 1h aprox.


Tuvimos bastantes problemas, aún yendo con TomTom de dar con la calle Alcalá, lugar donde estaba situado el hotel en el que había reservado 4 noches, el Hotel Tryp Alcala 611, hotel que ya conocíamos de nuestras anteriores visitas a Madrid.
Muchísimo tráfico el que sufrimos en este día a la hora de entrar en Madrid.
En este ocasión nos dieron una habitación (con vistas a la piscina) algo mejor que las veces anteriores.






Descansamos algo en la habitación y ya nos dirigimos al centro de la capital.
Dimos una vuelta para ver un poco el ambiente y de paso algunas actuaciones callejeras y como no habíamos comido nada y teníamos hambre, fuimos directo hacia un local de pinchos llamado “Txakolí”, uno de mis preferidos en Madrid.
Fotos en la plaza del sol en Madrid.

 

 

 




 
Algunos pinchos que tomamos (brocheta, bacalao y milhojas de berenjenas).

Entonces retornamos a la Plaza del Sol y subiendo poco a poco hacia la zona de la Gran Vía, vimos un cine y como estábamos algo cansados y viendo que daban una película “Elysium” que habíamos querido ver en nuestra ciudad.
Me decepcionó un poco la película pero por lo menos pasamos unas horas haciendo algo diferente por la capital, aunque fuera ir al cine.
El menda en el cine.

Luego ya nos fuimos de vuelta para el hotel en nuestro transporte preferido en Madrid, el metro, para descansar hasta el día siguiente.

6 Día…07/09/2013.
Día importante para la ciudad de Madrid ya que era la elección de esta ciudad para los JJ.OO del 2020 y ahí estábamos nosotros para echar mal de ojo y fastidiar dicha elección ya que estábamos en contra de que saliera elegida.
Desayunamos en una terraza cercana al metro y en este día teníamos pensado acercarnos a la zona de las tiendas pijas y caras y vaya si se nos confirmó estas dos cualidades de esa zona, llamado el Barrio Salamanca.
Pero antes nos posamos en una parada del metro cercana a la calle Génova. Fuimos descendiendo por dicha calle en busca de la sede del PP para hacerme alguna foto y mandarla a la peña por wasap y tener algo de cachondeo.
Conocimos esa zona de Madrid, realmente caras esas tiendas, aunque pensándolo mejor, caras no eran, para mí eran lo siguiente.
La verdad dan vértigo algunos precios que vimos como por ejplo, algún reloj por 80.000 euros.
Fuimos paseando tranquilamente hasta la zona de la Puerta de Alcalá, donde había un gran escenario donde la gente esperaría la elección de la sede olímpica, mientras estarían ambientados con música, actuaciones, entrevistas y verían todo el desarrollo de la presentación de la candidatura olímpica de Madrid.
Estuvimos un rato viendo un poco los preparativos de la fiesta y como era prontísimo y todavía quedaban horas y encima se iba acercando la hora de comer, fuimos hacia la zona de la Gran Vía y sus cayes adyacentes para localizar un lugar donde comer llamado “El Tigre” en el barrio de Chueca, donde pedimos un par de claras y nos pusieron un plato de arroz con otro plato con croquetas, pan con lacón, lomo y queso (todo ello por 5 euros).
Con dos bebidas sí que salimos encima comidos ¡No se podía pedir más!.
Foto del plato que nos pusieron.

Después de comer fuimos a dar una vuelta por la zona de la calle Hortaleza, llegando hasta la altura de la entrada del metro de Alonso Martínez.
Como era muy pronto para estar tantas horas de pie esperando la fiesta del día en la Puerta de Alcalá, Noe prefirió volver al hotel para descansar, mientras yo iría hacia esa zona de fiesta para presenciar el ambiente que se iba a ir creando (y luego ya veríamos si volvía al hotel o esperaba que ella viniera…).
Tras quedar solo, fui bajando por la calle Génova de nuevo, llegando a Colón, lugar donde me llamaron la atención las Torres de Colón.
 
Llegué entonces de nuevo a la Puerta de Alcalá donde ya había bastante gente y ambiente. Estaban poniendo música varios discjockeys y había alguna que otra actuación musical.
Estuve disfrutando un poco del ambiente y como era prontísimo para quedar tantas horas de pie aguardando el resultado final de las votaciones y estaba algo cansado de los pies, decidí volver para el hotel para descansar alguna hora y poder salir más descansado para cuando fuera el veredicto de las votaciones, ya que queríamos vivirlo in situ con todo el ambiente.
Al cabo de un par de horas más o menos retornamos otra vez a la zona de la fiesta donde ya nos quedamos hasta las 21h aprox.
A esas horas era el primer resultado de las votaciones, resultando un veredicto catastrófico para Madrid ya que tras un desempate, quedaba finalmente eliminada a manos de Estambul (al final ganaría Tokyo los JJOO del 2020).
Un par de fotos de esos momentos (yo quería que no saliera elegida ya que tal como está el país no es un momento de preparar unas olimpiadas en mi opinión).

 


Tras la eliminación de Madrid nos fuimos a la zona de la Gran Vía para celebrarlo y para comer y beber algo.
Fuímos en busca de un local de tapas llamado “El Minibar”, situado en la cuesta de Sto Domingo, el cual nos gustó mucho.
Pedimos tres platos, siendo el primero Queso con costra caliente en cama mermelada y tomate.

De segundo pedimos Tacos solomillo ibérico con salteado verduritas y de tercera habíamos pedido Pollo a la plancha tika masala con mermelada, tomate y cebolla crujiente.
Con el tercero se equivocaron, trayéndonos en su lugar un plato que también estaba bien y era Carne picada, guacamole con queso fundido y salsa brava.
Estábamos tan bien que incluso Noe tomó un Gin Tonic y yo Ron con Coca Cola. (Nos cobrarón 50 euros aprox y encima nos invitaron a un par de chupitos de la casa).
El dueño (Nacho) que nos atendió fue muy amable y dicharachero con nosotros y realmente nos sentimos cómodos en este lugar (aparte claro está de la alegría que teníamos encima por no haber salido Madrid como organizadora de los JJ.OO).
Después de esta visita culinaria, tocaba vuelta para el hotel, así que cogimos metro y tras media hora ya estábamos entrando por la habitación.
Había que descansar para el día siguiente que tocaba visitar el famoso Rastro de Madrid, al que también se le tenía ganas.

7 Día…08/09/2013.
Día de rastro en este día de Domingo, así que para allá nos fuimos.
En el rastro muchísima gente, un poco agobiante y muchos puestos callejeros, pero era un poco lo esperando en una gran ciudad como es Madrid.
Vuelta para abajo, vuelta para arriba y así pateando un par de horas.
Cómimos, tras tomar algo viendo la salida de la carrera de Alonso, de nuevo en “El TxaKolí”.
Tras comer algo, nos volvimos para el hotel a descansar algo ya que por la tarde habíamos pillado un par de entradas para el teatro Maravillas a las 20h, para ver una obra llamada “Una semana…nada más”.
Dicha obra protagonizada por María Castro, Antonio Hortelano y César Camino y trataba de una pareja de novios en el que el novio no sabe como decirle a su chica que se vaya de casa y entonces decide echar mano de un amigo para que se vaya a vivir con ellos y así le haga la convivencia imposible a la pareja y entonces ella decida irse de la vivienda.
La obra estuvo muy bien. Los actores geniales con muchos momentos de risa provocados por todas las situaciones cómicas que se establecían entre los protagonistas.
Acto seguido y tras la obra y como había algo de hambre, nos fuimos a cenar algo y para ello cogimos la opción más fácil, ir al MacDonals de la Gran Vía.
Y del MacDonals para el hotel a descansar hasta el día siguiente…


8 Día…09/09/2013.
Último día en Madrid, por lo tanto había que emplear el tiempo en visitar algo y en mi caso yo escogí ir a conocer la famosa Plaza de toros de Las Ventas y conocer el Vicente Calderón, estadio del Atlético de Madrid.
Noe, por su parte, iría hasta el centro en plan tiendas y luego a la hora de comer, yo me reuniría con ella para picar algo.
Tras pillar el metro, me posé en Las Ventas para conocer la plaza de toros del mismo nombre.

 


Esta plaza es la mayor de España con un aforo de 23.800 espectadores y es la tercera con más aforo del mundo.
Se considera como la más importante del mundo por profesionales, aficionados y críticos.


Visité entonces esta Plaza, prestándome mucho ya que le tenía muchas ganas a conocerla por dentro.
Algunas fotos de su interior.

 

 

 

 

 

 
 


 









Tras dicha visita, pillé de nuevo el metro, posándome en la parada más cercana al estadio Vicente Calderón.
Tuve que cruzar por encima del rio Manzanares y ya ir caminando con vistas al propio estadio.




Me gustó el estadio por fuera y tuve suerte ya que en lunes no se organizaban visitas, pero aprovechando que estaban las puertas de las oficinas del estadio abiertas, pude colarme unos momentos para sacar algunas fotos del campo con las gradas.

 

 


Tras esta visita al estadio fui caminando hacia la Plaza Mayor para encontrarme con Noe, pasando por las inmediaciones de la Catedral de la Almudena.
Comimos en un bar de tapas muy cerca de dicha plaza y tras dar una pequeña vuelta ya pusimos rumbo al hotel para descansar ya que el cansancio se acumulaba después de tantos días de caminar y caminar.
Despidiéndonos de la Plaza Mayor.

 


En el hotel me pegué una siesta tardía y como no teníamos ganas de pegarnos más pateadas por Madrid, decidimos cenar en el Burger King cercano al hotel.
Después de la cena, volvimos al hotel para descansar hasta el día siguiente que tocaba viaje de vuelta para casa.

9 Día…10/09/2013.
Día de regreso a casa.
 Ya había ganas, por lo menos por mi parte ya que el cansancio se acumulaba sobre todo en el cuerpo y no quería que me pudiera ocasionar alguna lesión que me impidiera seguir con el tema de la montaña y carreras populares.
Como teníamos todo el día para volver, decidimos comer en Arévalo, pero pasando primero por una localidad segoviana como es Coca, famosa por su castillo.


Dicho castillo fue construido en el s.XV y es una de las mejores muestras del gótico-mudejar español.
Es propiedad de la Casa de Alba y está cedido al ministerio de Agricultura hasta el año 2054.


Pagamos la entrada correspondiente y visitamos dicho castillo. Algunas fotos del castillo.



 

 

 

 

 

 









El castillo me gustó mucho. Es la típica imagen del castillo que he tenido siempre desde guaje.
Acto seguido nos encaminamos al pueblo de Arévalo, donde teníamos previsto comer.


Entre las abundantes ofertas para comer cochinillo o lechazo, nos decantamos por una que tenía bastantes buenas críticas en internet como era “El Asador Siboney”.


Tomamos de primero un revuelto de morcilla y Noe pidió lechazo y yo escogí cochinillo.
Todo ello junto a un par de cafés y un par de copas de vino más agua por 65 .
Interior del local.

Los dos platos estrella.

 


Después de comer dimos una vuelta por Arévalo, disfrutando de la tranquilidad y del aspecto medieval del pueblo, así como de su castillo del s.XV.



Algunas fotos de dicha localidad perteneciente a la provincia de Ávila.
 
 

 

 

 

 

 





Luego ya pillamos todo autopista para hacer sólo una parada a tomar algo en Casa Senén, cerca de Villamanín y luego ya todo directos para casa que ya iba siendo hora (a mi me quedaba todavía una semana y un día de vacaciones).
En resumen las vacaciones estuvieron muy bien. Conocí bastantes lugares a los que les tenía muchas ganas, algunos catalogados como Patrimonio de la Humanidad.
Lo peor del viaje sin duda, el calor tremendo en Extremadura por el día y por la noche y el cansancio de tanto caminar y caminar.

Al final nos salió el viaje por unos 1000 euros y 1850 Km.