Día: 29-04-2018.
Lugar: Carcaixent
(Valencia).
Comentario:
Días tristes para este
menda y sobre todo para Adela y Marta por la pérdida inesperada para todos de
Simbad, un pequeño perrito de raza Bichón Maltés que les hizo la vida algo más
feliz durante estos últimos nueve años, así que con este post quiero rendir un
pequeño - gran “homenaje” a este pequeño “bichito” que nos dejó hace pocos días y que
deja un enorme vacío para ellas dos y en menor medida para mí, aunque esto
último no quiere decir que no lo haya sentido como si fuera mío ya que pude
descubrir al llegar a esa casa durante mis anteriores visitas, lo que pueden
llenar en la vida de las personas dos pequeños seres que se puedan mover a ras del
suelo, así que de una cosa estoy seguro y es que a partir de ahora será difícil
acostumbrarse a ver a tan solo una “sombra” moverse por la casa, la de su
compañera Lua y por lo que me dicen, de carácter menos “ruidoso” ya que se hace notar menos que su anterior compañero de aventuras, Simbad, aunque sí que es verdad y tengo que reconocer
que durante este último año este menda con la que había empezado a coger confianza de
una forma mucho más fácil había sido con Lua ya que Simbad parecía mostrarse
bastante desconfiado con este menda aunque en mis dos últimas visitas parecía
haber perdido el perrito un poco ese miedo a acercarse a “este desconocido” que había
invadido su casa, empezando Simbad en estas dos últimas visitas a tumbarse, aunque fueran por pocos minutos al lado de este menda.
Pues este "acercamiento
definitivo" es una de las cosas que me quedará siempre pendiente de haber podido
hacer con Simbad y esto que comento es el punto que seguramente puedo decir que
más me ha entristecido después de la propia noticia que me daría por teléfono
Adela el pasado martes.
El hecho
luctuoso nos pillaría a todos en fuera de juego ya que nada hacía prever el
desenlace fatal ya que Simbad se había empezado a encontrar mal unos días
antes, empezando a ponersele un tratamiento que todavía iba a tener que durar
una semana aproximadamente, así que todos esperábamos que se solucionara sus problemas de salud.
Tras una primera noche
en que el perrito la pasaría mal, al día siguiente por la mañana Adela,
viéndolo que había empeorado, lo llevaría de nuevo a la veterinaria y tras
dejarle allí para que lo viera y lo tratara de nuevo la licenciada, el
pobrecito fallecería ante el estupor de todos, dejándonos como digo, un enorme
vacío.
Tras comunicarme Adela
la noticia, la verdad me quedaría de piedra ya que tan solo había pasado una semana
desde que los había dejado a los cuatro sanos y salvo, así que esa tarde me iría para el curro con alguna sensación de "noqueo" por la noticia.
A modo de homenaje para
Simbad y para los tres habitantes de la casa, pongo estas fotos y algún vídeo que
he podido recopilar de la estrella de la casa que nos acaba de dejar y que
gracias a Dios se me ocurrió grabar en una de las visitas que les realicé en
estos meses pasados.
Simbad...
Vídeo con Simbad y que guardaré toda la vida...
Lua y Simbad.
Un par de fotos de
Adela y este menda con esta pareja simpática de perritos…
Simbad, siempre
presente…
Esta es la carta que bien podría haberte escrito Adela, tu mami, en tu despedida, redactada por este menda a través de algunas recopilaciones tomada a través de Internet en estos días, recopilaciones que juro han sido unas cuantas y que he titulado como un... “Hasta luego”.
Fuiste una fuente
inagotable de enseñanzas. Me hiciste inmensamente feliz y mejor persona. Siempre
fuiste un hijo, mi hijo, no importándome las reglas de este mundo en donde el
humano las impone y llama hijos solo a los de sangre.
Algunos ángeles no
tienen alas, tienen cuatro patas y tú me enseñaste el valor del compromiso, la
lealtad y la reciprocidad, haciéndome una persona infinitamente mejor, enseñándome a ser paciente, a perdonar, ya que hay lazos inseparables que pueden
superarlo todo y ese tipo de unión fue la que tú y yo tuvimos porque nunca tuviste
segundas intenciones ni estrategias.
Yo te miraba jugar, disfrutabas con lo más
simple. Comías como si cada comida
fuera tu última comida. Era feliz solo por que me acompañaras, por estar a mi
lado. Escuchar tu respiración en medio de la noche me producía una paz
indescriptible. Me gustaba abrazarte y yo sabía que te sentías seguro y amado.
Me hiciste sentir única
e insustituible y merecedora de amor y de respeto.
Yo subía a casa al
volver y ya sentía tu celebración, solo porque yo había llegado. Nunca nadie me
había tratado de esa forma. Me acompañabas siempre tirado junto mis pies,
siempre atento a mí.
Te extraño tanto mi
amor, tu desborde de caricias y de alegría, tus besos, abriendo tanto mi
corazón y yo no voy a cerrarlo, porque no puedo ni quiero
olvidarte. Espero haberte dado la vida que merecías y quiero decirte que cuando
te recuerdo, solo siento paz, felicidad, pero todavía muchas veces siento agonía y mucha tristeza.
Solo espero que el día
que yo muera, tú y todos los perros que puedan haber estado en mi vida, me
reciban corriendo y ladrando ya que sabré que ese día habré llegado al cielo, así que solo me queda decir que...
Te quiero Simbad.
Algunos vídeos de despedida...
CARTA DE DESPEDIDA DE UN PERRO A SU DUEÑO
“Humano,
veo que estas llorando porque llegó mi momento de partir.
No
llores por favor, quiero explicarte algunas cosas.
Tu
estas triste porque me he ido, y yo estoy feliz porque te conocí.
¿Cuántos
como yo mueren a diario sin haber conocido a alguien especial?
Se que te entristece mi partida pero me tenía que ir ya. Quiero
pedirte que no te culpes por nada, te escuché sollozar que tendrías que haber
hecho algo más por mí. No digas eso, hiciste mucho por mí! Sin ti no hubiese
conocido todo lo lindo que hoy me llevo conmigo.
Nuestras vidas empiezan cuando conocemos el amor, el mismo amor
que tu me has dado, mi ángel sin alas y de dos patas.
No
llores más por favor. Yo me voy feliz…
Me llevo el recuerdo del nombre que me pusiste, del calor de tu
hogar que durante este tiempo se transformo en el mío. Me llevo el sonido de tu
voz hablándome aunque no entendiese siempre lo que me decías. Me llevo en el
corazón cada caricia que me diste.
Todo lo que hiciste por mí fue muy valioso y te lo agradezco infinitamente, no
sé como decírtelo por que no hablo tu idioma pero seguramente en mis ojos has
visto mi gratitud.
Voy a
pedirte solo dos favores... Lávate la cara y empieza a sonreír.
Recuerda lo lindo
que hemos vivido juntos en este tiempo, recuerda las travesuras que hacía para
alegrarte. Revive como yo todo lo bueno de este tiempo compartido. Y no digas
que ya no adoptarás otro animal por que has sufrido tanto con mi partida. Sin
ti no hubiese vivido lo lindo que viví.
Por
favor, no hagas eso! Hay tantos como yo esperando a alguien como tú. Bríndales
lo que me has dado por favor, ellos lo necesitan al igual que yo lo necesité.
No te guardes el amor que tienes para dar por miedo a sufrir.
Sigue
mi consejo y atesora lo bueno que compartes con cada uno de nosotros reconociendo
que eres un ángel para nosotros los animales y que sin gente como tú nuestras
vidas serían más difíciles de lo que a veces son. Sigue con tu noble tarea que
ahora me toca a mí ser tu ángel.
Te
estaré acompañando en tu camino y ayudándote a ayudar a otros como yo. Hablaré
con otros animalitos que estén aquí conmigo, les contaré todo lo que has hecho
por mí y te señalaré y diré orgulloso “esa es mi familia”.
Mi primera tarea ahora es ayudarte desde aquí a que no estés más
triste. Esta noche cuando mires el cielo y veas una estrella parpadear quiero
que sepas que soy yo guiñándote un ojo, avisándote que llegué bien y diciéndote
gracias por el amor que me has dado.
Me
despido por ahora no diciéndote “adiós” sino HASTA LUEGO.
Sirva este post a modo de mi homenaje particular a un perrito con el que apenas conviví pero que de alguna forma, sin saber el porqué, me llegó mucho más de lo que me podría haber imaginado nunca...
No hay comentarios:
Publicar un comentario